martes, 31 de agosto de 2021

Secuestrado el Vicario General de la diócesis de Mamfe

Yaundé, CAMERÚN (Agencia Fides 31/08/2021) – Ha sido secuestrado el vicario general de la diócesis de Mamfe, en el suroeste de Camerún. Esta es una de las dos regiones anglófonas del país donde se está librando una guerra entre el ejército regular y los milicianos que reclaman la independencia. “Con mucha tristeza les informo del secuestro de monseñor Agbortoko Agbor ocurrido el domingo 29 de agosto”, explica el comunicado de la diócesis de Mamfé firmado por el canciller, el padre Sébastien Sinju.

“El vicario general pasó el fin de semana en Kokobuma realizando una visita pastoral y para inaugurar el presbiterio parroquial. Acababa de regresar al seminario mayor a última hora de la tarde. Media hora después, unos jóvenes armados, presuntos separatistas, atacaron el seminario, donde vive monseñor Francis Teke Lysinge, obispo Emérito de Manfe. Dada la avanzada edad del obispo, los separatistas prefirieron tomar al arzobispo Agbor. Los secuestradores exigen un rescate de 20 millones de francos CFA (unos 30.489 euros) por la liberación de monseñor Agbortoko Agbor”, informa el padre Sinju, quien pidió a los fieles que rezaran por la liberación del sacerdote.


El del arzobispo Agbor no es el primer secuestro de un sacerdote de la diócesis de Mamfe. El 22 de mayo, el padre Christopher Eboka, director de comunicaciones de la diócesis, fue secuestrado por separatistas y liberado 10 días después, el 1 de junio.

También los obispos han sido objetivo de los secuestradores. El fallecido cardenal Christian Tumi, arzobispo emérito de Douala y principal mediador de la crisis anglófona, fue secuestrado dos veces; primero el 5 y el 6 de noviembre de 2020 y luego el 30 de enero de 2021.


Monseñor Michael Miabesue Bibi, entonces obispo auxiliar de Bamenda, en el noroeste, actualmente obispo de Buea en el suroeste, fue secuestrado el 5 y 6 de diciembre de 2018.

En junio de 2019 también fue secuestrado el ahora arzobispo emérito de Bamenda, monseñor Cornelius Fontem Esua y dos meses después, monseñor George Nkuo, obispo de la diócesis de Kumbo (noroeste), corrió la misma suerte.