Kiev, UCRANIA (Agencia Fides 17/08/2021) - Del 23 de junio de 2021 al 23 de junio de 2022,
la Familia Orionina celebra el 150 aniversario del nacimiento del
fundador, -Don Luigi Orione, considerado el “padre de las vocaciones”-,
con un Año Vocacional Orionino. En este contexto, las comunidades
orioninas de L'viv y Kiev, en Ucrania, han lanzado la iniciativa “Un año
para Dios”, que se inspira en una encuesta de la Conferencia episcopal
francesa sobre la juventud en Francia. El sondeo reveló que muchas de
las nuevas vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa procedían de
jóvenes que habían asistido a la comunidad de Taizè o habían vivido la
experiencia de “Un año para Dios”, organizada por algunas diócesis e
institutos religiosos.
Por ello, se elaboró un programa adaptado a la situación ucraniana, se
abrió un sitio web (https://rikdlabogaorionistists.github.io/lviv/),
varios perfiles en redes sociales, se imprimieron folletos enviados a
todos los párrocos y se distribuyeron en las distintas realidades en
contacto con jóvenes como universidades, centros juveniles o seminarios.
Como indica la nota enviada a la Agencia Fides, la iniciativa está
destinada los jóvenes de 17 a 29 años. “Un año de pausa para ayudar a
concentrarse en las decisiones fundamentales de la vida y comprender
cuál es tu lugar en la sociedad y en la Iglesia. Un momento para
descubrir tus habilidades y colocarte en una perspectiva de reflexión
para tu futuro. Diez meses de formación, de profundización en la fe, de
vida fraterna y de servicio a otros jóvenes y discapacitados, de
colaboración con la Comunidad de los Orioninos”.
Los jóvenes serán acogidos en la Comunidad de L'viv y el año se basará
en cuatro pilares. Uno será la formación (espiritual, humana,
intelectual) con cursos semanales realizados en la sede de los
Orioninos, en la Universidad Católica de Ucrania en el Instituto
Teológico de los padres Basilianos. Otro de estos pilares será el
servicio en la parroquia de Orionina, en el en oratorio, el hogar
familiar para discapacitados, con los pobres a los que la Comunidad
ayuda, con trabajos de mantenimiento. El tercer pilar es hacer una
experiencia de oración personal y comunitaria, el acompañamiento
personal, el apostolado y la evangelización como vías para el
discernimiento. Y, por último, preparase para el futuro con cursos y
jornadas de reflexión para sobre el futuro y las elecciones de la vida
con la ayuda de un psicólogo, un orientador y algunos directores de
empresa.
“Al final del año, cada persona regresará a casa y a sus actividades
normales. Enriquecida por este período de discernimiento y reflexión,
podrá seguir su propio camino en la vida y adentrarse en el mundo del
trabajo o comenzar un camino de consagración a Dios, según lo que cada
uno haya elegido. A petición del interesado, podría continuar en la
iniciativa un año más”. Las inscripciones deben enviarse antes de
septiembre.