Bhubaneswar, INDIA (Agencia Fides 26/08/2021) - Fieles laicos, sacerdotes, religiosas,
académicos, líderes cristianos, abogados y creyentes de otras religiones
celebraron el 25 de agosto el 13 la Jornada del Recuerdo dedicada a las
víctimas de las masacres sufridas por los cristianos en Orissa hace 13
años. Las celebraciones continuarán durante varios días con encuentros
de oración, liturgias y webinars que pretenden recordar la feroz campaña
de violencia anticristiana que tuvo lugar en 2008 en Kandhamal, en la
archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, en el estado indio de Orissa
(Odisha), en India Oriental. El National Solidarity Forum, una
organización de más de 70 grupos de la sociedad civil, organizó el
webinar nacional titulado, “En defensa de los derechos humanos y las
libertades democráticas”, que reunió a miles de asistentes en todo el
país. “El gobierno del estado de Orissa no ha tomado medidas para
prevenir estos crímenes horribles. Trató de retratar la masacre como
una disputa intertribal, en lugar de reconocer la gravedad de la
violencia”, explicó A.P. Shah, ex juez del Tribunal Superior de Delhi y
Madras, participante en el webinar.
“El gobierno ha designado dos comisiones, como suele ocurrir en estos
asuntos, pero ambas han resultado ineficaces. Ninguna Comisión ha
emitido informe alguno sobre los hechos. Casi 13 años después, ni
siquiera están los documentos con los informes. Esas comisiones,
especialmente las establecidas después de la violencia inter
comunitaria, tienden a ser organismos destinados a aplacar temporalmente
a la opinión pública, pero en su mayoría nunca producen nada
significativo”, aseguró. “La forma en que se dirigió la violencia de
Kandhamal es un ejemplo de libro del fracaso del sistema de justicia
penal de la India”, dijo. Shah entregó el primer Premio Kandhamal de
Derechos Humanos a la People's Union for Civil Liberties, una ONG con
sede en Delhi, y el premio individual al laico católico de Kandhamal,
Paul Pradhan.
El ex juez recordó que, al frente del Tribunal Nacional del Pueblo en
Delhi en 2012, “publicamos un informe que concluía inequívocamente que
'la carnicería de Kandhamal' fue un acto preordenado dirigido
principalmente contra la comunidad cristiana, por una gran mayoría
compuesto por cristianos dalits y adivasi (tribales), y contra quienes
apoyaron o trabajaron con la comunidad”.
También puso de relieve “el preocupante resurgimiento del comunitarismo
en la India en los últimos años. El nacionalismo religioso ha pasado a
primer plano, apoyado por poderosas fuerzas políticas. Esta ideología
imagina una nación bajo dominio hindú, una nación exclusivamente hindú.
Según esta opinión, los musulmanes y los cristianos son extranjeros y no
deseados. Esta es una tendencia peligrosa”, explicó Shah.
John Dayal, un periodista católico comprometido con la defensa de los
derechos humanos, aseguró que “la violencia contra las minorías
religiosas como los cristianos y los musulmanes va en aumento en la
India. Debemos resistir y denunciar estos crímenes de odio que van en
contra del espíritu de la democracia, la paz y la armonía”.
En este tiempo, se han puesto en práctica muchos programas y acciones a
nivel local y nacional. “Las víctimas inocentes de Kandhamal deben
recibir justicia. Han pasado 13 años. La paz y la armonía se cultivan en
vano en las mentes y los corazones de la gente de Kandhamal, si primero
hay justicia”, indicó Lambodar Singh, un líder local.
Entre las actividades de estos días, se llevó a cabo un festival de cine
sobre la justicia, la paz y la armonía en la zona de Kandhamal. “Los
seres humanos han oprimido, mutilado, humillado y asesinado a sus
semejantes, perpetrando graves violaciones a los derechos humanos. Una
de las razones de tales violaciones de derechos humanos en la India se
basa en la identidad. Se ha matado, maltratado, linchado, acosado,
violado y quemado a personas. Víctimas y supervivientes como dalits,
adivasis, pescadores, mujeres, minorías religiosas y muchas otras
personas marginadas todavía luchan por sus derechos en la India. Las
violaciones de los derechos humanos contra el pueblo de Kandhamal
tuvieron lugar en este contexto”, explicó Sasi KP, director y director
del Festival de Cine. Celebrado del 24 al 26 de agosto, el festival tuvo
por objetivo insistir en que “debe haber unidad entre todos los grupos y
comunidades marginadas en la India”.
Kandhamal, uno de los distritos más pobres de la India, fue el escenario
de una de las campañas más violentas que se extendió desde diciembre de
2007 y luego en agosto de 2008. El detonante de la violencia pudo ser
el asesinato de un líder clérigo hindú, Swami Lakshmananda Saraswati,
Tras la propaganda de odio de los grupos extremistas hindúes, se culpó
del asesinato a los cristianos y esto provocó una espiral de ataques
contra los cristianos dalit y adivasi en el distrito.
Más de 360 iglesias y lugares de culto fueron atacados, 5.600 hogares
fueron destruidos o incendiados, más de 100 personas murieron y más de
40 mujeres violadas y atacadas. Más de 60.000 personas se vieron
obligadas a abandonar sus hogares (donde nunca regresaron) y vivir como
personas desplazadas. Más de 12.000 niños tuvieron que abandonar sus
estudios. Las víctimas y los supervivientes aún no han recibido
justicia. La Iglesia católica en Orissa siempre ha estado cerca de los
cristianos perseguidos a través de iniciativas y de solidaridad concreta
de carácter humano, espiritual y material además de con asistencia
jurídica y psicológica.