Johannesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides 20/09/2021) - La pobreza, el racismo y la influencia de cultos ancestrales son algunos de los mayores desafíos para la evangelización en Sudáfrica. Lo ha dicho a un grupo de nuevos misioneros, el Arzobispo de Johannesburgo, Su Exc. Sr. D. Mons. Buti Tlhagale. “Todavía hay mucho racismo en Sudáfrica, sigue estando escondido, bajo la superficie”, ha explicado Tlhagale añadiendo que esto se refleja en la desigualdad económica, donde a una minoría le va bien y a la mayoría le va mal.
Los jóvenes de las grandes ciudades como Johannesburgo se ven
especialmente afectados por la desigualdad económica. Privados de
trabajo, “duermen en la calle, pierden su dignidad, piden comida y al
final no podemos sorprendernos de su comportamiento anormal”, dice Mons.
Tlhagale, señalando la difusión de formas de malestar psicológico entre
estos jóvenes.
El Arzobispo cuestionándose el papel de los laicos en la sociedad en
general, se pregunta si, motivados por su fe, trabajan para intentar
cambiar la sociedad y sus expectativas.
El arzobispo Tlhagale cree que el principal obstáculo para la conversión
total es el culto a los ancestros, señalando que la gente cree en la
presencia omnipresente de los antepasados. Para que los misioneros
entiendan de forma concreta como está arraigado el culto ancestral, el
arzobispo Tlhagale les ha mostrado un vídeo de un sangoma (curandero
hindú/tradicional). En el vídeo, un hombre católico que se ha convertido
recientemente en sangoma recibe la aprobación de fieles católicos de
todos los ámbitos. Monseñor Tlhagale ha subrayado que la religión
tradicional se mezcla con la fe cristiana incluso por parte de los
católicos, incluidos algunos sacerdotes y religiosas.
El Arzobispo ha dicho a los misioneros que hay casos en los que la gente
va a dos funerales de la misma persona en el mismo día porque tiene que
haber un servicio fúnebre para los antepasados y un servicio para la
Iglesia. Ha dicho que la gente a veces hace estas cosas como un doble
seguro. Por ello, el obispo Tlhagale insta a hacer más hincapié en la
catequesis de adultos, que es casi inexistente porque, tras la
confirmación, los fieles católicos dejan de estudiar y profundizar en
las enseñanzas de la Iglesia.