La Rioja, ARGENTINA (Agencia Fides, 29/04/2019) - “Hoy la Iglesia se complace en reconocer que
Enrique Ángel Angelelli, obispo de La Rioja, Carlos de Dios Murias,
franciscano conventual, Gabriel Longueville, sacerdote misionero fidei
donum, y el catequista Wenceslao Pedernera, hombre de familia, fueron
ultrajados y perseguidos por causa de Jesús y la justicia evangélica, y
obtuvieron una gran recompensa en el cielo”. Son las palabras del
cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de
los Santos, quien presidió en nombre del Santo Padre, este rito de
beatificación en La Rioja el sábado 27 de abril. Con él concelebró el
cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Luis
Villalba, arzobispo emérito de Tucumán, el nuncio apostólico León
Kalenga Badikebele, y unos cuarenta obispos incluyendo una delegación de
Francia, numerosos sacerdotes diocesanos y religiosos, junto con
miembros de la curia general de la OFM. Miles de fieles participaron
en la celebración que tuvo lugar en un parque municipal. En
representación del gobierno nacional estaban la vicepresidenta Gabriela
Michetti y el secretario del Culto, Alfredo Abriani, así como las
autoridades locales.
“Fueron asesinados en 1976 durante el período de la dictadura militar
caracterizado por un clima político y social de agitación que también
tenía aspectos claros de persecución religiosa”, destacó el cardenal en
su homilía, recordando que se comprometieron a una “acción pastoral
abierta, a los nuevos retos pastorales, a la promoción de los estratos
más débiles, a la defensa de su dignidad y a la formación de las
conciencias en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia. Todo esto,
para intentar ofrecer soluciones a múltiples problemas sociales. Fue un
trabajo de formación en la fe, con un fuerte compromiso religioso y
social, anclado en el Evangelio, para los más pobres y explotados, y
llevado a cabo a la luz de la novedad del Concilio Vaticano II, en el
fuerte deseo de implementar las enseñanzas conciliares. Podríamos
definirlos, en cierto sentido, como “mártires de los decretos
conciliares” ... Los cuatro beatos son modelos de vida cristiana. El
ejemplo del obispo enseña a los pastores de hoy a ejercer el ministerio
con ardiente caridad y fuertes en la fe ante las dificultades. Los dos
sacerdotes exhortan a los sacerdotes de hoy a ser asiduos en la oración y
a encontrar, en el encuentro con Jesús y en su amor por él, la fuerza
para nunca desfallecer en el ministerio sacerdotal: ser fiel a cualquier
precio y permanecer dispuesto a abrazar la cruz. El padre de la familia
enseña a los laicos a destacarse por la transparencia de la fe,
dejándose guiar por ella en las decisiones más importantes de la vida”.
El cardenal Becciu hizo hincapié en que los cuatro nuevos beatos
“vivieron y murieron por amor”, y explicó: “El significado de los
mártires de hoy es que su testimonio anula la pretensión de vivir
egoístamente o de construir un modelo cerrado de sociedad, sin
referencia a valores morales y espirituales. Los mártires nos instan,
junto con las generaciones futuras, a abrir nuestros corazones a Dios y a
nuestros hermanos, a ser anunciadores de la paz, a trabajar por la
justicia, a ser testigos de la solidaridad, a pesar de los
malentendidos, las pruebas y el cansancio”.
En la conclusión de la homilía, el Prefecto de la Congregación para las
Causas de los Santos quiso subrayar que su valentía y lealtad en
circunstancias difíciles son “un legado para esta diócesis y para todos
los argentinos, y una responsabilidad que debe ser vivda en todas las
épocas”. Finalmente expresó la esperanza de que “el ejemplo y la oración
de estos cuatro beatos nos ayuden a ser más y más hombres de fe,
testigos del Evangelio, constructores de comunidades y promotores de una
Iglesia comprometida en dar testimonio del Evangelio en todas las áreas
de la sociedad, construyendo puentes y derribando los muros de la
indiferencia”. La fiesta litúrgica en honor del Beato Monseñor Angelelli
y sus compañeros mártires será el 17 de julio, el día de su nacimiento
en el cielo.