Asmara, ERITREA (Agencia Fides, 30/04/2019) - “En este mundo sin escrúpulos donde queremos
construir muros de división, queremos eliminar cualquier separación:
solo de esta manera podremos construir una nación caracterizada por la
unidad y la armonía”. Es lo que aseguran los obispos de Eritrea en una
carta pastoral publicada el domingo 28 de abril con motivo de la Pascual
Oriental de rito copto alejandrino católico.
Eritrea, independiente de Etiopía desde 1993, todavía sufre las
consecuencias de la guerra con Etiopía (1998-2000). Como recuerdan los
obispos, “debido a la guerra, nuestro país ha sido marginado en el
pasado. Por distintas razones, el destino de nuestros jóvenes, nuestras
madres y nuestras familias fue emigrar y abandonar sus hogares. A falta
de soluciones adecuadas, este fenómeno continúa y la diáspora de nuestro
pueblo pone en peligro la existencia y la continuidad del propio país”.
El acuerdo de paz firmado entre Etiopía y Eritrea el 9 de julio de 2018
reavivó las esperanzas de superar esta situación. Los obispos hacen un
llamamiento a la diáspora eritrea para que ayude a la patria a restaurar
la economía y comenzar la reconciliación nacional. “Es necesario que
crezcamos juntos como pueblo y como país y sin dejar a nadie atrás”,
subrayan los obispos, quienes “invitan a elevar nuestra mirada hacia
Dios porque en este momento de severas pruebas para el país, necesitamos
más que nunca su protección”.