Sydney, AUSTRALIA (Agencia Fides, 26/04/2019) - "El primer ministro anunció que las elecciones
federales se celebrarán el próximo 18 de mayo. Las próximas semanas, por
lo tanto, serán muy importantes para Catholic Health Australia, para
continuar haciendo preguntas significativas para nuestra sociedad a los
políticos y a sus asesores. Los hospitales católicos se encuentran entre
los más apreciados del país. Muchos confían en nuestras residencias de
ancianos o reciben nuestros servicios de atención en sus hogares. Esta
confianza subraya el papel esencial de los servicios católicos de salud y
cuidado para los ancianos en nuestra sociedad. En este contexto,
durante la campaña electoral, Catholic Health Australia hace un llamado
al fortalecimiento de los cuidados paliativos y a la búsqueda de
soluciones para mejorar los estilos de vida y la atención a las personas
mayores". Esto es lo que Suzanne Greenwood, presidenta de Catholic
Health Australia, la red católica no gubernamental
de servicios de salud activa en Australia, dice en una nota enviada a la
Agencia Fides. El mensaje llega menos de un mes antes de las elecciones
federales: los ciudadanos australianos, de hecho, serán llamados a las
urnas el 18 de mayo, después de la desconfianza recibida en agosto de
2018 en el Parlamento por el ex primer ministro Malcom Turnbull,
sustituido por el ministro de Economía Scott Morrison.
"Una de las grandes alegrías que me da mi papel -dice Greenwood- es la
posibilidad de ir a nuestros centros con frecuencia. Recientemente, por
ejemplo, tuve el privilegio de visitar el centro de atención residencial
‘Southern Cross Care - St. Lawrence’ en Harden, Nueva Gales del Sur.
Los residentes participan en un gran número de actividades y eventos
sociales cada semana, y muchos de ellos me han dicho que ya no pueden
imaginar vivir en otro lugar. El cuidado de los ancianos en Australia no
está exento de desafíos, pero el equipo de St. Lawrence es un
apasionado del cuidado de las personas a su cargo".
En Australia, la atención médica católica comenzó en 1838 con la llegada
de las Hermanas Irlandesas de la Caridad, que vinieron en misión al
continente oceánico para cuidar a los pobres, a los enfermos y a los
moribundos. Hoy la Iglesia australiana continúa y continúa esa tradición
de cuidar de la persona y de su dignidad, desde el nacimiento hasta la
muerte.