Lima, PERÚ (Agencia Fides, 16/04/2019) – El presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
(CEP), Mons. Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo, dio una entrevista
a la prensa local (enviada a la Agencia Fides por la misma CEP sobre el
papel de la Iglesia como intermediaria en el conflicto social de Las
Bambas. En sus declaraciones, Mons. Cabrejos deja muy claro que "no es
suficiente el acuerdo de un diálogo entre las partes, sino que
necesitamos la confianza que debe existir después de ver pequeñas
acciones realizadas por ambas partes".
Según informó la nota enviada a la Agencia Fides el jueves 11 de abril,
el obispo Cabrejos moderó el diálogo entre los tres grupos: el gobierno,
los representantes de las comunidades y la empresa minera Las Bambas.
En esta ocasión, dijo el obispo Cabrejos, "el diálogo tuvo lugar sin
violencia y de manera serena, pero los" comuneros "informaron que hace
algún tiempo hubo enfrentamientos violentos, con muertes y heridos".
"Creo que, como dijeron los participantes en la mesa, la calma y la no
violencia son el fruto del diálogo, de la buena disposición de todos,
por eso pidieron la presencia de la Iglesia, de la CEP, en
Challhuahuacho, y hemos participado en varias reuniones hasta acordar un
plan, con pequeños acuerdos que cumplir ".
"Las comunidades han hablado de la decepción y el incumplimiento de las
promesas hechas por el gobierno anterior, razón por la cual las
protestas ... no confían en el estado porque han establecido muchas
mesas de diálogo que luego se quedaron en el papel. Por esta razón
solicitaron la presencia de Iglesia: la forma de recuperar la confianza
es establecer reuniones pequeñas, no solo para el diálogo, sino también
para resolver problemas. Si procedemos de esta manera, no solo se
beneficiarán Las Bambas, sino también otros conflictos ", especifica el
Arzobispo.
"Esta vez vi una gran disponibilidad del gobierno, la compañía minera y
los comuneros, continúa el presidente de la Conferencia de Obispos.
Todos deben dar algo. Deben aprender a cambiar su forma de ver el
problema. La compañía debe trabajar por la explotación. minería de otra
manera: el gobierno, como estado, como padre de una nación, debe velar
por los intereses de la población, para el cumplimiento de los acuerdos
con las grandes empresas, los comuneros deben cambiar, al menos han dado
el primer paso, por darnos la bienvenida. sin violencia ".
Para concluir, el obispo Cabrejos relata una experiencia personal: "He
sido (mediador) a Conga, Espinar, Quillabamba, este es el cuarto
conflicto en el que participo. Las comunidades han estado allí durante
siglos, como la Iglesia, pero no los gobiernos. por qué viene uno y
luego entra otro. No hay una política estatal permanente. La historia
parece repetirse. Entonces pregunto: ¿por qué no desarrollar una
política estatal permanente de escucha, en la resolución de conflictos?".