Managua, NICARAGUA (Agencia Fides, 15/04/2019) – "Un pueblo crucificado siempre resucita, solo
les pido que no permitan que nadie les robe la esperanza, Nicaragua debe
resucitar al igual que resucitó el crucificado del Calvario". Esto lo
expresó ayer, en la celebración del Domingo de Ramos en una iglesia a
las afueras de Managua, en la parroquia de Esquipulas, el obispo
auxiliar de Managua, Mons. José Silvio Báez, quien hace cuatro días,
anunció su partida para el Vaticano después de la Pascua.
Durante la misa, el obispo Báez recordó que aún hoy existe corrupción,
falta de justicia y la codicia de los poderosos, como sucedió en la
época de Jesús; pero especificó que hoy hay defensores de derechos
humanos nacionales e internacionales, que acusan al gobierno del
presidente Ortega de la muerte de cientos de personas en Nicaragua, a
partir del 18 de abril del año pasado.
A estos defensores de la paz, Mons. Báez pidió que "profundicen su fe en
Cristo, con toda la seriedad posible", y que continúen con sus
manifestaciones en la forma en que lo han hecho hasta ahora, que es "sin
dejarse arrastrar por la violencia y sin negociar la libertad o
dignidad del ser humano ". "Porque Nicaragua resucitará algún día,
porque es una sociedad basada en la justicia de la que brota la
verdadera paz, en la que no es un crimen pensar de manera diferente, en
la que todos podemos exponer nuestras ideas y poner nuestros bienes
materiales, sin egoísmo, al servicio de todos", subrayó.
La noticia más común en los últimos dos días, según la información
recogida por la Agencia Fides, fue la declaración del gobierno
nicaragüense enviada a los dos testigos internacionales en la mesa del
Diálogo (el Nuncio Apostólico, el Arzobispo Waldemar Stanislaw Sommertag
y el representante de la OEA, Luis Almagro) el 12 de abril, en el que
el gobierno confirma su disposición a continuar el proceso de Diálogo
con la Alianza Cívica, incluso si no se indican las fechas.
Desde abril de 2018, la crisis nicaragüense ha causado 325 muertes,
según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Las
organizaciones locales hablan de 568 muertes, mientras que el ejecutivo
reconoce solo 199. Además, según la prensa internacional y las fuentes
de Fides, hay entre 779 y 809 "presos políticos", casi el doble del
número reconocido por el gobierno, que los identifica como
"terroristas", "golpistas" o "delincuentes comunes".
La CIDH ha denunciado al gobierno de Nicaragua como responsable de crímenes contra la humanidad.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) está planeando la
aplicación de la Carta Democrática Interamericana, porque el gobierno actual está violando el orden
constitucional. Si esto se aprueba, suspendería a Nicaragua del
organismo continental, con más consecuencias graves para el país y la
población.