CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 25 de abril de 2019).- “La presencia de Dios no se percibe con los oídos, sino con la fe”,
ha dicho el Papa FRANCISCO recibiendo esta mañana en la Sala del
Consistorio a los Miembros de la Federación Italiana de Asociaciones de
Sordos, invitándoles a reavivar su fe para sentir cada vez más la
cercanía de Dios cuya voz “resuena en el corazón de cada uno, y para
que todos pueden escucharla”. “Así –explicó- podréis ayudar a los que
no "escuchan" la voz de Dios a estar más atentos a ella” dando una
contribución significativa a la vitalidad de la Iglesia.
Desde hace algunos años la Federación ha incorporado otras
asociaciones que combaten la cultura del descarte para favorecer la
inclusión social en todos los entornos. Una tarea necesaria, como
observó el Pontífice, para garantizar una mejor calidad de vida a las
personas sordas y la superación de esta discapacidad valorando todas sus
dimensiones, incluida la espiritual, en una visión integral del ser
humano.
“Las personas sordas experimentan inevitablemente una condición de
fragilidad –dijo el Santo Padre- Y esto es parte de la vida y puede ser
aceptado positivamente. Sin embargo, lo que no está bien es que, como
muchas otras personas con diferentes capacidades y como sus familias, a
menudo experimenten situaciones de prejuicio, a veces incluso en las
comunidades cristianas… Las ciudades, los pueblos y las parroquias, con
sus respectivos servicios, están llamados cada vez más a superar las
barreras que no nos permiten captar el potencial de vuestra presencia
activa, yendo más allá de vuestro déficit. Vosotros, en cambio, nos
enseñáis que solamente habitando el límite y la fragilidad se puede ser
constructores, junto con los líderes y todos los miembros de la
comunidad civil y eclesial, de la cultura del encuentro, en oposición a
la indiferencia generalizada”.
“Más que nunca en el contexto cultural y social de hoy, también
vosotros, sordos, sois un don en la Iglesia”, subrayó el Papa citando su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium donde se lee: "En
virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha
convertido en discípulo misionero Cada uno de los bautizados,
cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de
su fe, es un agente evangelizador”. Por lo tanto, también la presencia
de personas sordas entre los trabajadores pastorales, formados
naturalmente de acuerdo con sus inclinaciones y capacidades, puede
representar realmente un recurso y una oportunidad para la
evangelización.
El Papa recordó también a las muchas personas sordas en todo el mundo,
especialmente a los que viven en condiciones de marginación y miseria.
“Rezo por ellos –terminó- Y rezo por vosotros para que podáis dar
vuestra contribución peculiar a la sociedad, siendo capaces de una
mirada profética, capaces de acompañar los procesos de compartición y de
inclusión, capaces de cooperar en la revolución de la ternura y la
proximidad. También la Iglesia necesita vuestra presencia para ayudar a
construir comunidades que sean acogedoras y abiertas a todos,
comenzando por los últimos”.