Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 01/06/2021) – “En ningún otro lugar del mundo se muere como en nuestro país. No hay ningún lugar en el mundo en el que los ciudadanos puedan ser masacrados cada día sin que el gobierno muestre el más mínimo signo de empatía o preocupación por lo que está ocurriendo”. Así lo denuncia Su Exc. Monseñor Matthew Hassan Kukah, obispo de Sokoto, en su homilía de la misa del velatorio del padre Alphonsus Bello, el sacerdote hallado muerto tras ser secuestrado el 20 de mayo en el ataque nocturno a la parroquia de San Vicente Ferrer en Malunfashi, en el Estado de Katsina. Con él fue secuestrado el padre Joe Keke, que sigue en manos de los secuestradores.
Subrayando la responsabilidad de la política en la inestabilidad e
inseguridad generalizadas en la Federación nigeriana, el obispo Kukah ha
dicho provocativamente: “Creo que el Presidente de Nigeria y varios
gobernadores pueden dirigirse a los nigerianos y decirles: compañeros
nigerianos, he jurado que no os protegeré. No os protegeré de los
invasores extranjeros, no os protegeré de que os maten. No os protegeré
de que os secuestren, no os protegeré de los bandidos, no os protegeré
de los secuestradores”.
La lacra de los secuestros masivos de estudiantes afecta a chicos de
todas las confesiones religiosas, ya que el domingo 30 de mayo, más de
100 alumnos de una escuela islámica del estado de Níger, al noroeste de
Nigeria, fueron secuestrados en la escuela islámica Salihu Tanko de
Tegina por un grupo de hombres armados que llegaron en motocicletas.
Nuestros políticos –ha continuado diciendo el obispo Kukah- no se han
comprometido con los ideales democráticos de integración, diversidad,
buen gobierno y aplicación de los principios de una sociedad
democrática. “Los políticos – ha añadido - han apelado a sus partidarios
diciendo que institucionalizarán un estado teocrático en Nigeria
creando un estado de la sharia en Nigeria... Ahora tenemos tanto
derramamiento de sangre alimentado por falsas promesas”.
“Como cristianos, independientemente de la violencia en la que vive
nuestra sociedad, debemos permanecer fieles a las promesas de Dios. Como
cristianos, nos recordamos que sólo la sangre purificadora de
Jesucristo nos ofrece esperanza. Debemos agarrarnos a la mano de Dios
como única certeza y garantía de nuestra esperanza”, ha dicho para
concluir el obispo.
Cabe recordar que en febrero la Conferencia Episcopal de Nigeria advirtió que “Nigeria corre el riesgo de dividirse”
debido a la grave situación de inseguridad que se extiende en la
Federación.