sábado, 5 de junio de 2021

La Iglesia india recuerda el sacrificio de los sacerdotes y religiosas fallecidos por Covid-19, en su labor de asistencia y cuidado a los enfermos

Nueva Delhi, INDIA (Agencia Fides) - La Iglesia católica en la India recuerda el compromiso misionero, el don de sí mismos y el sacrificio supremo de sacerdotes y religiosas fallecidos por Covid-19 porque no dejaron de realizar su trabajo pastoral y social, dedicándose al cuidado de los enfermos y los que sufren. Hasta el 30 de mayo han muerto 204 sacerdotes, 212 religiosas y 3 obispos, informa a la Agencia Fides el p. Suresh Mathew, fraile capuchino y periodista indio, director de la revista en inglés "Indian Currents", que se ha encargado de seguir la situación a nivel nacional y de elaborar una lista de sacerdotes, religiosos, religiosas y obispos que han muerto a causa de Covid-19. “La mayoría de los sacerdotes y religiosas fallecidos se encontraban en zonas rurales para llevar a cabo su labor pastoral y no tenían acceso a los servicios sanitarios oportunos”, explica a la Agencia Fides el padre Mathew.
 

La India cuenta con unos 30.000 sacerdotes católicos, entre diocesanos y religiosos. Las religiosas por su parte, son unas 103.000. Entre los religiosos fallecidos, de numerosas congregaciones masculinas y femeninas, los jesuitas, comprometidos en el servicio de la promoción humana con los pobres, los indígenas, los tribales, los marginados, han registrado 36 víctimas, y las Misioneras de la Caridad, en su servicio cerca de los abandonados y los moribundos, han perdido 14 religiosas.
 

Muchos murieron mientras ejercían su ministerio: “Las hermanas se contagiaron mientras estaban de servicio en el hospital. Algunos sacerdotes realizaban ritos funerarios o no querían dejar sin sacramentos y asistencia espiritual a los enfermos. Y, una vez contagiados, muchos de nuestros sacerdotes que trabajan en rincones remotos del país no tenían acceso a una atención hospitalaria adecuada. Quizá si hubieran estado en ciudades con mejores infraestructuras sanitarias, no habrían perdido la vida”, dice el fraile capuchino. “Trabajaban entre los pobres, los indígenas, los olvidados que no tenían acceso o no podían pagar la atención especializada y los hospitales. Estaban a su lado en la dificultad, la penuria y la indigencia”, añade.
 

“Eran personas que, conscientemente, no querían encerrarse o aislarse, sino que querían seguir realizando su trabajo, entregándose, para dar testimonio del rostro misericordioso y compasivo de Dios que se inclina por los que sufren, incluso arriesgando su vida”, concluye.
 

“Todos estamos tristes por la muerte de tantas hermanas, hermanos, sacerdotes y misioneros. Sentimos mucho dolor porque muchos de ellos eran conocidos nuestros”, confirma a la Agencia Fides el P. Anand Mathew, miembro de la Sociedad Misionera India, una congregación que ha perdido a tres sacerdotes. “Al mismo tiempo, reconocemos y recordamos la muerte de muchos cristianos laicos y de muchos jóvenes misioneros, así como el sacrificio de personas de diversas confesiones, durante la segunda oleada de Covid”, continúa el P. Ananad Mathew, trabajador social y experto en comunicación.
 

El arzobispo John Barwa, que dirige la comunidad de la archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, en Orissa, al este de la India, informa a la Agencia Fides de que su diócesis ha perdido a dos sacerdotes por culpa de Covid: “Los sacerdotes eran pioneros en las misiones más remotas y estaban comprometidos con el Reino de Dios. La pérdida de misioneros tan entregados es una gran pérdida para la Iglesia, la sociedad y el país”.
 

“La India está atravesando una segunda oleada de Covid sin precedentes, ya que se observa una brecha cada vez mayor entre la oferta y la necesidad de vacunas, y la falta de camas de hospital, medicamentos y oxígeno. Hay una gran preocupación para todos. Además, perder en estos días a tantos sacerdotes y religiosas, es aún más doloroso”, dice a la Agencia Fides Kailash Chandra Dandapat, trabajador social en Orissa, que conocía a algunos sacerdotes fallecidos de Covid-19 (como el padre Bijaya Kumar Nayak), incansables animadores de las comunidades, que dispensaron cuidados, asistencia y consuelo hasta el final. “Murieron mientras realizaban su servicio pastoral y su misión. Su contribución a la Iglesia y a su misión será recordada para siempre”, señala el padre Dibyasingh Parichha, sacerdote y abogado de Orissa. “Damos gracias a Dios por el don de estas personas y, siguiendo su ejemplo, prometemos seguir dedicando nuestras vidas a Dios, a la Iglesia y al pueblo de Dios, en el amor y el servicio, especialmente durante el tiempo de la pandemia”, concluye el P. Parichha.