Acra, GHANA (Agencia Fides, 11/08/2021) - “La trata de seres humanos es un delito
especialmente atroz porque implica la explotación y el abuso de seres
humanos con fines de lucro”, explica el padre Lazarus Anondee,
Secretario general de la Conferencia Episcopal de Ghana, durante la
ceremonia de firma de la “Declaración conjunta de los líderes religiosos
contra la esclavitud moderna” suscrito por 14 líderes de cuatro países
africanos.
La firma de la Declaración fue organizada por Global Freedom Network, la
sección religiosa del grupo internacional pro derechos humanos Walk
Free que se dedica a combatir este crimen que afecta a más de 40
millones de personas en todo el mundo.
Es la octava firma desde 2014 cuando el Papa Francisco y el Gran Ayatolá
Mohammad Taqi al-Modarresi se unieron a otros líderes de varias de las
grandes religiones del mundo para clamar por la erradicación de la
esclavitud moderna. Este, esclavitud moderna, es un término que engloba
la trata de personas, la servidumbre doméstica, las peores formas de
trabajo infantil y el matrimonio infantil y forzado.
El jeque Armiyawo Shaibu, portavoz del jefe nacional Imán de Ghana,
insistió en que todas las religiones han denunciado estos crímenes.
“Como líderes religiosos, nuestra posición es crucial en la sociedad de
Ghana”, aseguró. “Podemos ver los cambios en las personas que eran
ignoradas. De este modo, nuestra posición es única para identificar a
las víctimas y ponerlas en contacto con profesionales que las puedan
ayudar a escapar de manos de sus explotadores”.
Grace Forrest, cofundadora de Walk Free, que se encontraba en Acra para
la firma, destacó que los líderes religiosos son clave en la lucha para
poner fin a la esclavitud moderna. “Los líderes religiosos están en una
posición única para observar y abordar los casos de esclavitud moderna
en sus comunidades. Esto es especialmente importante en África, donde la
fe está arraigada en las comunidades y donde se da de manera muy
extensa este fenómeno de la esclavitud moderna”.
La declaración fue firmada por los líderes religiosos de Ghana,
República Democrática del Congo, Nigeria y Costa de Marfil. Tanto el
National Interfaith Council of South Africa (NICSA) como el
Inter-Religious Council of Kenya (IRCK), que no pudieron unirse debido
al COVID-19, informaron de que sus organizaciones aprobaron la
declaración y esperan poder rubricarla cuánto antes.