Ciudad de México, MÉXICO (Agencia Fides, 02/09/2021) – “El Gobierno de México debe mantener
una postura que, si bien respetuosa, debe ser firme, clara y de absoluto
rechazo ante la intención de reactivar el programa ‘Quédate en
México’”: es la petición al Presidente de México, Andres Manuel Lopez
Obrador, al secretario de relaciones exteriores, Marcelo Ebrard
Casaubón, y al subsecretario de derechos humanos, población y asuntos
religiosos, Alejandro Encinas Rodríguez, lanzada por Mons. José
Guadalupe Torres Campos, obispo de Ciudad Juárez, y responsable de la
pastoral de movilidad humana del episcopado mexicano.
“Con preocupación hemos recibido la noticia de que se pretende reactivar
el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP) mejor conocido como
“Quédate en México”, derivado de la orden de la Corte Suprema de Estados
Unidos” escribe el obispo en la carta, recibida también en la Agencia
Fides. “Consideramos que este Protocolo de Protección a Migrantes afecta
profundamente los derechos humanos de las personas solicitantes de
asilo. Las personas que solicitan asilo en Estados Unidos se veían
obligadas a esperar la resolución correspondiente en la frontera entre
México-Estados Unidos, lo que coloca a las personas en situaciones de
vulnerabilidad y peligros que ponen en riesgo sus vidas, integridad
física, emocional y espiritual”.
El obispo reconoce “la profunda crisis migratoria” que se vive en la
frontera sur del país, en donde cientos de personas provenientes del
Triángulo Norte de Centroamérica y ahora con un número considerable de
Haití, están en espera de que las autoridades migratorias resuelvan su
situación jurídica. “El hacinamiento, la falta de medidas de higiene,
comida, insumos básicos, aunado a la lentitud en las resoluciones del
Instituto Nacional de Migración y de la Comisión Mexicana de Ayuda a
Refugiados, colocan a las personas en situación de vulnerabilidad,
afectando el ejercicio de sus derechos fundamentales”, observa el
obispo. “Los albergues, casas del migrantes, comedores para personas
migrantes, están saturados y al límite de su capacidad– prosegue -. Los
esfuerzos de las iglesias locales, parroquias, diócesis, están siendo
rebasados ante la falta de una clara política migratoria, planificación
estratégica y escasos o nulos recursos del Gobierno
Federal”.
Mons. José Guadalupe Torres Campos además, condena “las conductas
represivas, violentas y de contención de la migración en la frontera
sur, particularmente en Tapachula”; exhorta a las autoridades
competentes, “a que lleven a cabo las acciones concretas para atender a
las personas en contexto de movilidad, y de esta manera, se eviten y
prevengan violaciones a los derechos humanos”; y por último exige a las
autoridades de todos los niveles, el respeto al artículo 11 de la Carta
Magna que consagra el libre tránsito, “para que a quienes ya tienen una
legal estancia en México se les permita transitar por el país en busca
de opciones de residencia y empleo que les permita vivir con dignidad y
acceder a los servicios básicos”.
En la conclusión el obispo expresa su particular gratitud a la iglesia
Local de Tapachula “por sus muestras de solidaridad y apoyo humanitario
con la población migrante, tanto en Tapachula como a lo largo de la ruta
migratoria que atraviesa toda la Diócesis”, con la esperanza de que su
ejemplo motive a toda la Iglesia Mexicana “para que en todos los
rincones de México haya comunidades que acojan, protejan, promuevan e
integren a los migrantes”. Por último invoca la intercesión de Dios para
que siga animando y acompañando “a todos los agentes pastorales que
generosamente defiende y promueven los derechos de quienes más sufren y
les recompense su generosidad”.