Johannesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides 06/08/2021) – “Lo que quiero proponer es que nos
sumemos a la petición de responsabilidades por la violencia y los
saqueos que se ha permitido que sucedan en el país. Aquellos que, de
forma activa o por omisión de sus deberes, lo han facilitado, deben dar
cuenta de ello”, ha dicho Su Excelencia. Monseñor Sithembele Sipuka,
obispo de Mthatha, en su discurso de apertura de la asamblea plenaria de
la Conferencia Episcopal de África Austral (SACBC) que él mismo
preside.
Mons. Sipuka se ha referido a la violencia que desatada tras la detención del ex presidente Jacob Zuma, con la muerte de varias personas y el saqueo y la destrucción de varios edificios públicos y privados .
Mons. Sipuka también ha comentado la reacción del gobierno ante la
tragedia: “el gobierno se ha comprometido a dar una ayuda a los
afectados porque ‘es un gobierno solidario’. Pero si hubiera sido un
gobierno comprensivo, habría hecho más por el desarrollo de la gente
pobre que ha sido abandonada y cuya profunda ira estalló en violencia
con la detención del ex presidente”. Seguidamente, el obispo Sipuka ha
hecho referencia a la difícil situación de los jóvenes sudafricanos,
muchos de los cuales están “apegados a la mentalidad de recibir
asistencia”, y les ha instado a aplicar sus talentos para mejorar su
situación. “Si bien hay que desafiar al gobierno para que desempeñe su
papel en la mejora de la vida de los ciudadanos, utilicemos también lo
poco que hay a nuestro alrededor”.
El presidente de la SACBC, que incluye a los obispos de Sudáfrica, Eswatini y Botsuana, ha subrayado que su asamblea se ha celebrado en medio de la Covid-19, la desestabilización social en Sudáfrica y la revolución política en el Reino de Eswatini. Afortunadamente, todavía no parece haber una crisis grave en Botsuana. Por parte de la Iglesia, su vida y su trabajo han seguido adelante, pero obstaculizados por la situación de Covid-19.
Además, ha dado las gracias a todos los católicos del sur de África por
mantener la fe en estos tiempos difíciles, utilizando cualquier medio
posible para mantener viva su relación personal con Dios y la misión de
la Iglesia. Pero, Sipuka ha criticado a los fieles que no van a misa con
el pretexto del miedo a contagiarse del COVID-19 pero que frecuentan
los centros comerciales y otras reuniones.