Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 18/03/2019) - "Cada año, cuando oigo y pienso en la agresión
del 15 de marzo de 2015, siento profundamente el dolor que mi pueblo
afrontó en Lahore, los recuerdos espantosos me llevan a pensar que no
estamos seguros en nuestro país", expresó a Fides el arzobispo de
Lahore, mons. Sebastian Francis Shaw, quien celebró la santa misa en la
iglesia de San Giovanni, ofreciéndola a los mártires de los atentados
mortales que se produjeron en las dos iglesias de Youhanabad, en la zona
que congrega a más de 100 000 cristianos.
El arzobispo se reunió personalmente con los familiares de las víctimas y
de los heridos. "El ataque -destacó- se produjo contra las personas que
rezaban, esto es muy doloroso e intolerable. Hoy estoy presente de
manera especial para estar con mis hermanos y hermanas que han perdido a
sus seres queridos, rezamos juntos por todos nuestros mártires y
agradecemos a Dios por haber salvado la vida de más de 1.500 personas
presentes en las iglesias".
El arzobispo expresó su especial aprecio por la valentía y el espíritu
de servicio "de nuestros voluntarios de seguridad a las puertas de la
iglesia, que no dejaron entrar a los atacantes". De hecho, ambos
atacantes explotaron en la puerta de la iglesia católica de San Juan y
de la Iglesia de Cristo, causando 21 muertos y 80 heridos.
"En homenaje a los jóvenes cristianos asesinados, Shaw dijo: "Todos
nuestros mártires son bendecidos; perdieron sus vidas para defender su
fe y se sacrificaron para salvar a su pueblo dentro de la iglesia,
permanecieron fieles a su responsabilidad de proteger a la gente hasta
su último aliento. Estoy seguro de que han obtenido la corona de la vida
eterna".
El arzobispo expresó su gratitud a las fuerzas armadas, especialmente al
ejército pakistaní, "siempre presente en todas partes del país por
nuestra seguridad y protección", e invitó a rezar por ellos y por sus
familias.
Asimismo Shaw llamó a los cristianos de Pakistán a orar también por las
víctimas de los brutales ataques en dos mezquitas de Nueva Zelanda: "Nos
entristecen los asesinatos en las mezquitas, especialmente porque eran
personas reunidas para orar. Qué Dios las reciba. También oramos por las
personas que lloran a sus seres queridos, es una gran pérdida para
ellos. Qué Dios los consuele y les dé la fuerza para soportar esta
pérdida. Podemos entender el dolor de esa gente, muchas veces los
cristianos en Pakistán hemos pasado por ese dolor y todavía sufrimos por
él"l.
"Oramos para que los gobiernos de Pakistán y Nueva Zelanda derroten el
mal del terrorismo y para que la paz prevalezca en todo el mundo, y para
que los pueblos de todo el mundo vivan en paz, con alegría y
felicidad", concluyó mons. Shaw.