Los Obispos piden que se investigue el asesinato de dos Sacerdotes y lamentan que “la violencia haya llegado hasta los altares”

San Salvador, EL SALVADOR (Agencia Fides, 05/O6/2019) – “Rechazamos la violencia que sufre nuestro pueblo en todas sus manifestaciones, hasta el punto de que ha llegado también hasta los altares. ¿Dónde vamos a terminar?” Es lo que se preguntan los obispos de El Salvador en un pronunciamiento de la Conferencia Episcopal titulado “Cristo es nuestra paz” (Efesios 2:14), en el que condenan el asesinato del padre Cecilio Pérez Cruz, que ocurrió 17 de mayo (ver Fides 20/05/2019), y el del padre Walter Osmin Vásquez, asesinado hace un año (ver Fides 04/04/2018). Los obispos piden a las autoridades que esclarezcan las causas de los asesinatos y que procesen a los responsables de estos hechos y de todos los demás actos de violencia perpetrados en el país.

“Condenamos enérgicamente el asesinato del padre Cecilio Pérez Cruz, en la noche del viernes 17 de mayo en el rectorado de la parroquia de San José en La Majada, de la diócesis de Sonsonate”, escriben en el mensaje recibido por la Agencia Fides. Reconocemos la fructífera labor pastoral del padre Cecilio y, en especial, su valiente defensa del medio ambiente como un hogar común. Hace un año lamentamos el asesinato del padre Walter Osmin Vásquez, que ocurrió mientras iba a celebrar la misa en la comunidad de Las Lajas de la parroquia de Lolotique, en la diócesis de Santiago de María”.

En el texto, la Conferencia Episcopal de El Salvador pregunta con extrema firmeza, una vez más, “a las autoridades judiciales y policiales, la pronta aclaración de ambos delitos y que se garantice la debida justicia, tanto en estos como en todos los casos de violencia registrada en nuestro país ”. “En medio de tanto dolor que nos paraliza, -continúa el texto-, nos consuela la solidaridad, la estima y la cercanía de todos los pueblos de Dios en estos momentos de sufrimiento y al mismo tiempo de esperanza”. Finalmente, los obispos piden a todo el pueblo de Dios que “perseveren en la oración por la paz y en el esfuerzo de construirla, en una actitud de fe y esperanza auténticas” invocando la bendición de Dios.