Bagdad, IRAQ (Agencia Fides, 03/06/2019) - La auténtica reconciliación que Irak necesita,
urgentemente, se manifiesta dejando de lado las confrontaciones y
perdonándose mutuamente con valentía. Así lo reitera el patriarca caldeo
Louis Raphael Sako en su mensaje a todos los musulmanes, a quienes
llama "nuestros hermanos en la humanidad", con ocasión del Eid al Fitr,
la fiesta islámica que marca el final del Ramadán, el mes dedicado al
ayuno.
Ante el sufrimiento sufrido por el pueblo iraquí en los últimos años -
masacres, destrucción y éxodo forzoso de gran parte de la población del
norte de Irak - el patriarca caldeo propone como única opción razonable
para el futuro la posibilidad de vivir en paz la "fraternidad humana",
que reconoce paridad de dignidad, la igualdad de derechos y la igualdad
de deberes. La fórmula utilizada en este pasaje por el patriarca
contiene una referencia implícita al documento sobre la fraternidad
humana firmado en Abu Dhabi por el papa Francisco y el gran imán de Al
Azhar, el pasado 4 de febrero. La nación iraquí - subraya el patriarca -
es un "patrimonio compartido" por ciudadanos pertenecientes a todos los
grupos sociales y religiosos.
Y ahora más que nunca la responsabilidad de garantizar y fomentar la
coexistencia de los diferentes grupos debe inspirar a los líderes y a
las instituciones. "Me siento guiado a compartir estos pensamientos y
deseos con ustedes", escribe el patriarca en su mensaje a los
musulmanes, entre otras cosas, "porque confío en que cada uno de
nosotros sea capaz de reconocer que dicha reforma debe venir de dentro y
no debe confiarse a otros agentes que trabajan desde fuera; teniendo en
cuenta que los iraquíes ya no tienen la fuerza para soportar otras
guerras". Al final del mensaje, el cardenal Sako reza para que Dios
bendiga a los iraquíes con la paz, la estabilidad y el feliz regreso de
muchos refugiados a sus hogares.