A su llegada al aeropuerto internacional de Iaşi, el Papa fue recibido por S.E. Mons. Petru Gherghel, obispo de Iaşi, por el Alcalde de la ciudad, Sr. Mihai Chirica, por el Presidente de la Región, Sr. Maricel Popa y por el Prefecto, Sr. Marian Ianerbescu. Acto seguido se dirigió a la Catedral de Santa María Regina.
A la entrada de la Catedral, el Santo Padre fue recibido por el Obispo Auxiliar, que le entregó el crucifijo. Luego, el Párroco de la Catedral, junto con una familia, le llevó el agua bendita para rociar.
El Papa cruzó la nave central saludando a los fieles presentes y llegó al altar donde un joven diácono y un anciano sacerdote le dieron una vela que colocó ante las reliquias del beato mártir Antón Durcovici, donde se recogió en oración silenciosa. Después el Papa dirigió un saludo a los presentes, impartió la bendición y salió de la nave central de la Catedral de Santa María Regina.
Antes de subir al papamóvil para ir al Palacio de la Cultura donde tuvo lugar el Encuentro Mariano con los jóvenes y las familias, el Papa FRANCISCO bendijo en silencio una estatua de mármol del Cristo Redentor y una piedra que señala el Camino de Santiago de Compostela en Rumania.
Texto del saludo que el Papa dirigió, durante la visita, a los fieles presentes en la Catedral de Santa María Regina:
VIAJE APOSTÓLICO DE SU SANTIDAD EL PAPA FRANCISCO
A RUMANÍA
(31 DE MAYO - 2 DE JUNIO DE 2019)
A RUMANÍA
(31 DE MAYO - 2 DE JUNIO DE 2019)
VISITA A LA CATEDRAL De SANTA MARIA REINA DE IASI
Sábado, 1° de junio de 2019
SALUDO DEL DEL SANTO PADRE A LOS ENFERMOS
Me gustaría daros a todos la bendición, con mi gratitud por estar aquí.
¡Gracias por venir! Gracias porque estáis con vuestros enfermos y gracias a vosotros que lleváis adelante la enfermedad ofreciéndola al Señor.
Ahora recemos juntos la Virgen, antes de la bendición.
[Reza el Ave María]
[Bendición]
Por favor, rezad por mí. ¡No os olvidéis!
Me gustaría daros a todos la bendición, con mi gratitud por estar aquí.
¡Gracias por venir! Gracias porque estáis con vuestros enfermos y gracias a vosotros que lleváis adelante la enfermedad ofreciéndola al Señor.
Ahora recemos juntos la Virgen, antes de la bendición.
[Reza el Ave María]
[Bendición]
Por favor, rezad por mí. ¡No os olvidéis!












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