Hakha, MYANMAR (Agencia Fides, 01/09/2021) - El ejército birmano ha requisado y profanado dos
iglesias, la iglesia católica de San Juan y una iglesia bautista, en la
aldea de Chat, en el municipio de Mindat, en el estado birmano de Chin,
en el oeste de Myanmar. Según confirman a la Agencia Fides fuentes
eclesiales de la diócesis de Hakha, donde se encuentra Mindat, el ataque
tuvo lugar ayer, 31 de agosto de 2021. Los militares de Myanmar tomaron
los edificios religiosos y convirtieron en cuartel los dos templos.
El párroco católico de la Iglesia de San Juan, padre John Aung,
expulsado de la parroquia, se expresa con absoluta indignación con la
Agencia Fides: “Es execrable. Los militares han requisado la iglesia
para su uso. Abrieron el tabernáculo, se llevaron las hostias
consagradas y las tiraron al suelo pisoteándolas. Han reventado todos
los armarios cerrados con llave. El ejército debe respetar los edificios
de culto y no debe tocar nada dentro de la iglesia. Condenamos la
agresión y la violencia gratuita y la profanación de nuestra iglesia,
con la flagrante violación de la libertad de culto que conlleva”. En el
pueblo de Chat hay 68 casas, 42 de las cuales son de familias católicas.
Toda la parroquia abarca 20 pueblos de la zona. Cuando llegaron los
militares, que se enfrentaron con las fuerzas de la resistencia local,
el párroco huyó al bosque con los vecinos.
Shane Aung Maung, uno de los fieles cristianos bautistas de la aldea,
denuncia que “los soldados destruyeron nuestras biblias, el mobiliario
sagrado, los generadores eléctricos y el amplificador de sonido. Beben
alcohol dentro del edificio de la iglesia. Matan el ganado. Y cocinan la
carne en la iglesia. El Tatmadaw (el ejército regular birmano) está
desestabilizando el país, atacando personas y propiedades de las
iglesias cristianas, matando a civiles desarmados y pacíficos e
incendiando aldeas y casas. Estamos realmente desconcertados”.
El sacerdote católico local, el padre David Hmun explica que la
comunidad está conmocionada. “Es realmente impensable. Los militares de
Myanmar ya no son un ejército del pueblo, sino un grupo terrorista
militante violento contra civiles inocentes”.
La ocupación de las iglesias por parte del ejército sucede cuando los
combates entre los grupos de la resistencia militar y civil (Chinland
Defence Force, CDF) se intensificaron en el área predominantemente
cristiana del estado de Chin. El Institute of Chin Affairs, una
organización sin ánimo de lucro creada por líderes étnicos chin,
actualmente radicada en India, ha condenado la violencia de las tropas
durante la ocupación de las iglesias. “La ocupación de las iglesias y
los destrozos perpetrados dentro son una violación de la Convención de
Ginebra. Exigimos el fin inmediato de estos actos contra el Derecho
internacional humanitario y contra los derechos humanos”, indica el
Instituto en un comunicado enviado a la Agencia Fides. La organización
condena la matanza de cientos de civiles chin en los últimos meses e
informa de que, como resultado del golpe militar del 1 de febrero, “el
país se está deslizando hacia una guerra fratricida que nos llevará a la
ruina”. “Dada la reacción decidida y resiliente de la población, el
golpe ha fracasado” aseguran destacando la formación y tenacidad de las
Fuerzas de Defensa del Pueblo en todo el país.