Johannesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides, 04/06/2019) - "A menudo nos jactamos como nación, de
tener una electricidad barata que se basa en el carbón, pero los costes
humanos siguen siendo invisibles", aseguran desde la Comisión Justicia y
Paz de la Conferencia Episcopal del África Austral (SACBC, por sus
siglas en inglés),en un informe sobre las condiciones de los mineros del
carbón en Sudáfrica. Justicia y Paz organizó la presentación en apoyo a
los mineros que denunciaron a la empresa minera Sasol Coal por haber
contraído enfermedades pulmonares graves y otras enfermedades debidas a
años de inhalación de polvo de carbón, en las minas de la empresa.
La iniciativa de Justicia y Paz tiene como objetivo hacer visible y dar
voz a "miles de antiguos mineros que han caído enfermos después de
trabajar durante años para extraer el carbón en el que se basa gran
parte de la producción de electricidad de Sudáfrica". "La exposición
busca dar voz a los mineros enfermos y arrojar luz sobre su lucha por la
justicia. “Justicia y Paz” pide reparar los daños causados por la
industria sudafricana del carbón". Las empresas mineras deben asumir su
parte de responsabilidad en el pago de indemnizaciones a los antiguos
mineros que padecen la”enfermedad del pulmón negro", neumoconiosis del
carbón.
Los obispos sudafricanos, a través de la Comisión Justicia y Paz, han
apoyado durante mucho tiempo la acción de clase iniciada por cientos de
mineros que han contraído la enfermedad y por las familias de los
trabajadores que han muerto mientras tanto a causa de la neumoconiosis.
Según la "Globalización y Salud", desde que se interpusieron recursos
para obtener indemnización por los daños sufridos por los mineros, a
finales de 2017, 111.166 mineros habían recibido indemnización, de los
cuales 55.864 por insuficiencia pulmonar permanente y otros 52.473 por
tuberculosis. Sin embargo, otras 107.714 reclamos no fueron pagados.
Muchas de las demandas (28,4%) proceden de Mozambique, Lesoto,
Suazilandia, Botsuana y otros países de África meridional.