miércoles, 25 de agosto de 2021

Asesinado el ex comisario del condado de Tambura. “Era un hombre de paz”, recuerda el Obispo Kussala

Juba, SUDÁN DEL SUR (Agencia Fides, 25/08/2021) – “Expreso mi más sentido pésame por la trágica muerte de Babiro Charles Gbamisi, quien esta mañana fue asesinado a tiros”, aseguró monseñor Eduardo Hiiboro Kussala, obispo de Tombura-Yambio, en Sudán del Sur, al recordar a Babiro Charles Gbamisi, ex comisario del condado de Tambura, en el estado de Western Equatoria. El comisario fue asesinado ayer por la mañana, 24 de agosto, cuando un grupo armado atacó su residencia.

“Su muerte ha causado gran dolor y consternación en nuestra comunidad. Ofrezco mi más sentido pésame a la familia del ex comisario y a todos los que murieron en el conflicto del condado de Tambura. Oremos por las almas de quienes perdieron la vida en este trágico conflicto para que puedan encontrar la misericordia del Señor”, indicó monseñor Kussala.

“Conocí a Charles cuando quería ser sacerdote, pero luego decidió servir a su comunidad como político y administrador, siguiendo el ejemplo de su padre que se había comprometido con su comunidad. Participó activamente en la construcción de la paz y en poner fin al derramamiento de sangre en el condado donde había sido administrador. Siempre me preguntaba qué podíamos hacer para poner fin a la violencia. Charles fue asesinado por la misma violencia que luchó con medios pacíficos”, destacó el obispo.

El arzobispo Kussala invitó a tener “el valor y la fuerza para perdonar”, porque “solo así podremos salir de la espiral de violencia que ha hecho brotar tanta sangre. Que la sangre de Charles nos dé la fuerza para perdonar y no buscar la violencia. Hago un llamamiento al gobierno, tiene el deber moral de intervenir para detener la violencia sin sentido”.

El condado de Tombura se producen enfrentamientos intercomunitarios alimentados por grupos armados que se oponen al gobierno de Juba. La ONU asegura que muchas personas han muerto o han desaparecido durante el conflicto. La violencia causa enormes daños materiales como la destrucción de cultivos provocando así una crisis alimentaria. Más de 30.000 personas en la zona y alrededores son desplazadas y cientos de familias se han visto obligadas a acampar en la Iglesia de Santa María.