Damanhur, EGIPTO (Agencia Fides, 25/02/2019) - La sentencia de muerte dictada por la
justicia egipcia para el monje y el ex monje acusados del asesinato de
Anba Epiphanios, abad del monasterio de San Macario, representa “una
catástrofe” y debe presentarse lo antes posible la apelación para una
segunda vista. Esto es lo que pide Anba Agathon, obispo ortodoxo copto
de Maghagha, en relación a la pena de muerte impuesta el sábado 23 de
febrero por el Tribunal Penal de Damanhur contra el monje Falta'os al
Makari y el ex monje Wael Saad Tawadros, condenados por el asesinato
perpetrado 29 de julio de 2018, que conmocionó a toda la comunidad copta
y, en especial, a los círculos monásticos. El obispo Agathon también
definió el día de la sentencia como “una jornada triste” e invitó a orar
por los dos convictos.
En la sentencia de condena se lee que los dos culpables “no tuvieron
reparos en cometer su crimen en un lugar sagrado, y demostraron no tener
siquiera en cuenta la edad y la estatura espiritual de la víctima. Esto
habría privado a los miembros de la corte de cualquier posibilidad de
considerar cualquier circunstancia atenuante por la que justificar una
sentencia menos severa. El tribunal penal de Damanhur presentó la
sentencia al Mufti de Egipto, la autoridad religiosa islámica a cargo de
emitir la fatwa sobre temas relevantes. En Egipto, una sentencia de
muerte no puede ser definitiva a menos que sea aprobada por el Mufti. La
fecha de la sentencia definitiva fue fijada por el Tribunal para el 24
de abril.
Según lo reconstruido durante las investigaciones, entre el abad
asesinado y los dos culpables surgieron diferencias por cuestiones
económicas y por varias violaciones de las reglas monásticas por parte
de los dos monjes (uno de los cuales, Wael Saad Tawadros, después del
asesinato fue despojado de su hábito tras un largo proceso canónico).
Durante el juicio, los dos acusados siguieron proclamándose inocentes, y
también se retractaron de sus previas confesiones declarándose
culpables que supuestamente habrían sido extraídas a través de presiones
por parte de las fuerzas del orden.
En las primeras horas del domingo 29 de julio de 2018, el cuerpo del
obispo Epiphanios fue encontrado en un charco de sangre, dentro del
monasterio, en el camino que llevaba de su celda a la iglesia, a donde
se dirigía el obispo para comenzar su oración de la mañana.
De 64 años de edad, el obispo era nativo de Tanta. Se graduó en medicina
e ingresó en el Monasterio de San Macario, en la región de Wadi Natrun,
en 1984. Fue ordenado sacerdote en 2002. Investigador y académico,
trabajó en la traducción del griego al árabe de varios libros de la
biblia. Los monjes del Monasterio de San Macario lo eligieron por
mayoría como su abad el 3 de febrero de 2013. Discípulo de Matta el
Meskin, -padre espiritual y figura clave en la historia reciente de la
Iglesia Copta Ortodoxa-, Anba Epifanio vivió relaciones intensas de
comunión espiritual con amigos y Comunidades monásticas de la Iglesia
Católica, como la Comunidad de Bose.