Kara, TOGO (Agencia Fides, 27/02/2019) - "La esencia de la historia de la salvación es que
el hombre puede ser liberado de todas sus cadenas para poder vivir
felizmente. Esto fue posible porque, en el misterio de la salvación, la
realidad y la fuerza del perdón siempre han sido mayores que la realidad
del pecado y del mal", dijo el p. Donald Zagore a la Fides al concluir
la cumbre sobre la protección de los menores, celebrada en el Vaticano. "Desde la desobediencia de Adán y Eva hasta la
negación de Pedro y la traición de Judas, hasta los crímenes de David y
Moisés, la realidad fundamental y la salvación dada por Dios siempre ha
prevalecido sobre la realidad del pecado", observa.
El padre Zagore citó al maestro jesuita Wilfrid Okambawa cuando habla
del perdón como ‘locura liberadora’: "El perdón sigue siendo, de hecho,
fundamentalmente una locura que nos permite superar la trágica realidad
del pecado y del mal. Es una locura porque va más allá del orden de la
razón para convertirse en la expresión suprema del amor que es sanar,
liberar, reconciliar y recrear. Es un amor del que Cristo es ciertamente
un auténtico testigo".
"Es en esta realidad del perdón, que se refleja en el lenguaje
incondicional del amor -señaló el teólogo- donde se unen la naturaleza
humana y la divina. El perdón es un acto divino. Cada vez que el hombre
perdona, realiza un acto que viene de Dios. En la noble búsqueda de la
justicia y la verdad, las víctimas de abuso sexual también pueden ser
capaces de la locura del perdón. Es ciertamente un sacrificio difícil
debido a la gravedad de la culpa, pero no es imposible. El perdón de las
víctimas a sus verdugos es una realidad posible. La historia de nuestra
humanidad está llena de testigos de este tipo".
El sacerdote concluyó diciendo: "A veces el hombre olvida lo esencial
que es vivir feliz y libre de todas las cadenas, incluidas las del odio.
Estamos seguros de que la justicia alivia el dolor, pero el perdón cura
las heridas".