Bomoanga, NÍGER (Agencia Fides, 18/02/2019) – Hoy, 17 de febrero, se cumplen 5 meses desde
que el padre Pier Luigi Maccalli, sacerdote de la Sociedad para las
Misiones Africanas, fue sacado de su misión en Bomoanga, Níger, y
llevado a un lugar desconocido. Desde
entonces no hay noticias de él. "El secuestro ha cambiado la
organización pastoral", dijo a Fides el padre Sylvestre Tchegbeou,
sacerdote de la SMA de Benín, que desde hace algunos meses está a cargo
de la parroquia del padre Gigi y de otras parroquias de la zona. En una
nota enviada a la Fides, el misionero cuenta cómo la diócesis ha
reorganizado la presencia de misioneros en la zona.
"Después del secuestro del p. Maccalli, se formó un equipo mixto de
misioneros, del que formo parte, y que atiende a las cuatro parroquias
del sector Gurmancé de nuestra diócesis de Niamey: Bomoanga, Makalondi,
Kankani y Torodi. Actualmente, con otros cuatro sacerdotes, vivimos en
Makalondi. Desde aquí nos trasladamos para servir a las otras
parroquias. Es una misión sobre todo de presencia, porque hoy, con la
fuerte inseguridad que reina en la zona, ya no podemos visitar las
comunidades de los pueblos. Estamos presentes en la sede de la parroquia
para devolver el valor, la fuerza y la esperanza a las personas con las
que compartimos nuestras vidas. Necesitamos sus oraciones para que la
paz vuelva a nuestra zona y para que el p. Pier Luigi sea liberado
pronto", sostuvo el padre Sylvestre.
"Las actividades lanzadas por el p. Maccalli ahora funcionan más
lentamente, excepto algunas como el Centro Nutricional y la farmacia.
Hay inestabilidad y dificultad para moverse. La ausencia del p. Pier
Luigi es sentida por todos, cristianos y no cristianos por igual, con
mucho dolor. En nuestra zona siempre hay un estado de emergencia, y
estamos bajo el toque de queda de 7 pm a 6 am. Nuestros cristianos viven
con un fuerte sentimiento de miedo. Un movimiento sospechoso, la
llegada de alguien a la aldea, es suficiente, e inmediatamente se piensa
en lo peor, aunque entonces sean personas conocidas y familiares. Según
la información que circula en Bomoanga, hay muchos partidarios de los
terroristas. Y luego está el desánimo de que no sepamos dónde está ahora
el P. Pier Luigi, ni cómo es tratado".
"A pesar de estas dificultades - explicó el religioso- la Iglesia está
siempre aquí, en su lugar, y quiere ser cada vez más un signo de
fidelidad, de proximidad. Muchas actividades pastorales continúan,
especialmente en Niamey y en las zonas más tranquilas. En todas partes
la Iglesia vive su vocación de ser signo del amor de Dios por los
hombres. Nuestra forma de vida ha cambiado, de nosotros misioneros y de
las misioneras: estamos cada vez más comprometidos con lo que llamamos
el ‘cuidado pastoral de la estera’, es decir, sentarnos al lado de la
gente, responder a sus necesidades sobre todo a través de nuestra
solidaridad y cercanía".
Ninguno olvida a Pier Luigi, un hombre amable y muy abierto, hoy privado
de su libertad. Cristianos y musulmanes, especialmente en Bomoanga,
rezan sin cesar por su liberación: "Para nosotros, cristianos, no hay un
momento de encuentro, adoración y oración comunitaria donde no haya
oración por él. La diócesis ha impreso y distribuido una imagen, con su
foto y una oración por su liberación. Además, cada 17 de cada mes es un
día especial en Níger, y en todas las iglesias se organiza una ceremonia
para su liberación, a la que están invitados todos, cristianos y no
cristianos. Nuestros hermanos y hermanas musulmanes también se
solidarizan con nosotros, rezan con nosotros ese día, porque, dicen, 'el
padre Pier Luigi es un hombre de Dios’", añadió.
Sylvestre concluyó: "Las instituciones estatales de Níger están
comprometidas con el esfuerzo por la liberación del padre Pier Luigi.
Las autoridades nigerinas no dejan de asegurarnos que el padre Pier
Luigi será liberado en breve, y que se necesita paciencia. Y eso es lo
que nosotros también creemos".