Kara, TOGO (Agencia Fides, 22/02/2019) – “El aumento del terrorismo en todo el mundo ha
contribuido enormemente al crecimiento de la islamofobia, presentando al
Islam como una religión peligrosa cuyos seguidores deben evitarse a
toda costa. La presencia de un musulmán en cualquier entorno a menudo
despierta temor porque, de manera simplista e injusta, el musulmán es
comparado con el terrorista. Sin embargo, no todos los musulmanes son
terroristas”, señala el teólogo Donald Zagore, sacerdote de la Sociedad
para las Misiones Africanas (SMA), en Togo, en una entrevista con la
Agencia Fides.
El padre Zagore lo explica haciendo una comparación: “Con el fenómeno de
la pedofilia que afecta a la Iglesia católica, es muy fácil caer en la
generalización. La Iglesia católica, en su conjunto, se presenta como
una institución criminal y peligrosa. La consecuencia directa de esto es
provocar la idea de que el estatus de presbítero se asimila
injustamente a la realidad de la pedofilia. Pero no todos los sacerdotes
son pedófilos”.
“Por supuesto, uno debe tener el valor de reconocer con humildad que
todas estas situaciones dolorosas son el resultado de un fracaso de los
eclesiásticos, un signo de la incapacidad de repensar, reformar y
convertirse constantemente a Cristo. Pero la Iglesia no puede ni debe
definirse únicamente sobre la base del fracaso y el pecado de los
hombres que forman parte de ella. No debemos ignorar la riqueza
inagotable que tiene nuestra fe: esa riqueza que es el mismo Jesucristo.
Incluso si la Iglesia católica sigue siendo una red que, como realidad
humana, contiene peces buenos y malos, un campo que produce buenas
semillas y malas hierbas, sigue siendo una madre que da luz, fortaleza y
esperanza para el mundo porque le da a Jesucristo, el santo de los
santos la Iglesia es de Cristo, le pertenece, es generada y guiada por
Él”.