martes, 2 de abril de 2019

Comienza el primer proyecto de Cáritas de Taraz

Taraz, KAZAJISTÁN (Agencia Fides, 01/04/2019) - "El sueño de la comunidad de Taraz está a punto de hacerse realidad: después de recibir el permiso del gobierno local fue posible completar el trabajo para el comedor público y planificar su apertura en mayo". Esto es lo que explica una nota enviada a la Agencia Fides por el padre Guido Trezzani, responsable de Cáritas Kazajistán. "Este es el primer proyecto operativo de Cáritas de Taraz. Involucrará a una persona que trabajará como cocinera y una monja, cuya congregación proporcionará voluntarios siempre que sea posible", explica el padre Trezzani.

Según el sacerdote, "la comunidad de Taraz ha decidido poner en marcha este proyecto, porque sus miembros se han dado cuenta de que en su ciudad hay muchos ancianos jubilados que no pueden permitirse una alimentación adecuada, y que no tienen suficiente cuidado y relaciones humanas. La Madre Teresa dijo: la pobreza más terrible es la soledad y el sentimiento de no ser amado. Con estas palabras en mente, los fieles de Taraz decidieron proveer a la gente necesitada con comida y calor humano. El comedor público funcionará inicialmente 3 veces a la semana, sirviendo de 20 a 25 comidas. También se hará viajes para alimentar a las personas sin hogar, inicialmente una vez a la semana".

La atención a los ancianos es una piedra angular del trabajo de Cáritas Kazajistán. Como informó el pasado mes de febrero a la Agencia Fides el padre Guido Trezzani, en la diócesis de Almaty se intenta dar forma a un sueño de monseñor José Luis Mumbiela: "Poder crear un servicio de asistencia sanitaria a domicilio para los ancianos en nuestra diócesis, gracias a Caritas. En este sentido, ya hemos pedido a algunas organizaciones italianas que empiecen a formar a voluntarios kazajos que puedan ocuparse de las terapias y de la asistencia social y sanitaria".

La emergencia de las personas mayores es uno de los principales problemas de la sociedad kazaja: aun cuando todavía existe una red de atención en las aldeas, las ciudades presentan una realidad dramática, caracterizada por personas mayores aisladas y con estilos de vida al límite de la supervivencia.