Adigrat, ETIOPÍA (Agencia Fides, 25/11/2021) – “Al igual que todos los tigrinos, la Iglesia católica se ha visto gravemente afectada por esta guerra genocida emprendida contra nosotros por el ejército local y los ejércitos extranjeros. Ataques físicos, psicológicos y espirituales a nuestros laicos, sacerdotes, religiosas y a nuestras estructuras, casas de culto, residencias parroquiales, escuelas, centros de salud, oficinas. Entre otros, han sido saqueados 14 vehículos de la diócesis católica, han robado escritorios, dispositivos informáticos, paneles solares, equipos de laboratorio y medicamentos”. Tras meses de silencio debido al bloqueo total de las comunicaciones, la Iglesia de Tigray renueva su llamamiento a una solución pacífica inmediata del conflicto que se ha convertido en una crisis humanitaria. En una declaración enviada a la Agencia Fides, el Obispo de la Eparquía católica de Adigrat Mons. Tesfaselassie Medhin subraya que la población sufre epidemias, enfermedades crónicas y nuevas. “La respuesta del gobierno ha sido emprender una guerra de limpieza étnica, que ha privado al país de todo, desde la ayuda humanitaria, hasta la posibilidad de acceder a cualquier servicio básico, como medicinas, electricidad, teléfono, internet, transporte aéreo y terrestre, etc.”
El prelado ha reiterado en voz alta la firme oposición de la Iglesia
católica de Tigray a todas estas atrocidades apelando repetidamente a
las autoridades, a las organizaciones asociadas en Etiopía y en el
extranjero. “Lo que ocurre es que en lugar de esforzarse por encontrar
una solución pacífica, en estas últimas semanas y días, el proceso de
destrucción se está agravando”. Mons. Medhin se refiere en particular a
la detención del Inspector de la Congregación de los Salesianos de Don
Bosco en Addis Abeba, así como a la detención de miembros de la
comunidad y del personal de sus oficinas, además de la detención de todos los tigrinos en la capital y
en toda Etiopía. “Pedimos que todas las atrocidades y crímenes sean
investigados por un organismo internacional independiente, y que se
ponga fin inmediatamente a los bombardeos contra civiles, a la limpieza
étnica y a las detenciones de tigrinos y miembros de la Iglesia. Hacemos
un
llamamiento a la Iglesia católica etíope, situada en Addis Abeba y en el
resto de las regiones, para que salga de su silencio exigiendo justicia
contra la persecución y las atrocidades que se han infligido al pueblo
tigrino, a los sacerdotes, a las religiosas y a los laicos que sirven a
los fieles en sus respectivas jurisdicciones eclesiásticas”.
Mons. Tesfaselassie insiste en que la comisión que debía investigar los
crímenes de guerra y el genocidio en curso no ha logrado hasta ahora
describir la realidad ni hacer justicia a los principios de la comisión.
“Nunca han visitado las localidades afectadas, lugares que conocemos,
sin identificar ni conocer a las víctimas supervivientes, y parecen no
reconocer estas atrocidades como verdaderos crímenes de guerra y
genocidio. Por el contrario, se trata de verdaderos crímenes confirmados
no sólo por las víctimas y el gobierno de Tigray, sino reconocidos y
presenciados por muchas organizaciones y medios de comunicación
independientes de todo el mundo.
El informe de la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía y del Alto
Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos es incompleto y no
revela la verdad. Pedimos que se detengan los bombardeos aéreos que ya
han destruido vidas, propiedades, civiles e instituciones”.
El obispo concluye expresando su plena solidaridad, compartiendo y
asegurando las oraciones: “Nos solidarizamos con todas las personas que
sufren en todas las partes de Etiopía y aseguramos nuestra cercanía
espiritual como Iglesia católica de Tigray”.
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El vídeo completo -> https://youtu.be/baWKzeAPH3I