CIUDAD DEL VATICANO (https://press.vatican.va - 27 de noviembre de 2021).- Esta mañana, en el Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre FRANCISCO se reunió con los organizadores del Festival Intercultural de Giavera del Montello y les dirigió el siguiente saludo:
SALUDO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS ORGANIZADORES DEL FESTIVAL INTERCULTURAL
DEL GIÀVERA DEL MONTELLO
Sala Clementina
Sábado, 27 de Noviembre de 2021
¡Queridos hermanos y hermanas!
Les agradezco por hacerme compartido la experiencia de su Festival, también a través de las palabras de Don Bruno, a quien agradezco sinceramente, pero sobre todo con vuestra presencia, con vuestros rostros. ¡Bienvenidos!
Me llamó la atención leer la lista de asociaciones y colectivos de migrantes que participan en esta iniciativa y la llevan adelante: ¡se ve que la casa de la que habló Don Bruno, su hogar de bienvenida, es una casa con muchas ventanas abiertas al mundo! Y así el Festival de Giavera se ha convertido en una encrucijada, un lugar de encuentro, de diálogo, de entendimiento mutuo. También es un lugar para compartir la esperanza, el sueño de un mundo más fraterno.
Es hermoso y muy significativo que vuestro Festival haya nacido y renazca siempre de una experiencia de convivencia . No nació en la mesa, sobre la base de un proyecto ideológico, sino de días, meses, años de compartir con los migrantes. Con sus historias, con sus problemas, y sobre todo con su bagaje de humanidad, tradiciones, cultura, fe ...
Y luego, sí, vuestra iniciativa nace del deseo de dar a conocer la experiencia vivida, hacerla circular en el tejido social, ayudar a difundir una cultura acogedora. Cultura de la hospitalidad versus cultura del desperdicio. ¡Hay tanta necesidad! Porque la realidad de la migración en nuestro tiempo ha adquirido características que a veces pueden resultar aterradoras. Objetivamente, el fenómeno es muy complejo y lamentablemente hay grupos criminales que se aprovechan de él; los migrantes corren el riesgo de ser explotados incluso dentro de conflictos geopolíticos. Entonces dejan de ser personas para convertirse en números. Por eso, más que nunca se necesitan lugares en los que se pongan en el centro los rostros, las historias, las canciones, las oraciones y el arte de los migrantes.
Esta mañana recibí al Primer Ministro de Albania y me dijo que la primera Constitución en Albania, ¿hace cien años se remonta a hace cien años? - Dijo que a todo el que toque la puerta hay que abrirla, porque es Dios. Y de ahí, la humanidad que tienen los albaneses al recibir a los migrantes. Este pensamiento me conmovió: el que llama a tu puerta es Dios, ábrele y déjale tu lugar.
Esta forma de ver la realidad de la migración no significa ocultar o ignorar las dificultades y problemas. ¿Quién mejor que vosotros los conoceis y podeis testificar de ellos? Y por eso es importante que svuestrasus experiencias también se pongan a disposición de la buena política, para ayudar a quienes tienen responsabilidades gubernamentales a nivel local, nacional e internacional a tomar decisiones que siempre sepan combinar el realismo saludable con el respeto a la dignidad de las personas. Vi uno de los cuadros que trajeron, sobre la tortura que sufren los migrantes cuando los traficantes se los llevan. Y esto sucede hoy. ¡No podemos cerrar los ojos! La dignidad de las personas. Es por eso que vuestro Festival, como otras iniciativas similares en Italia y en varios países, no debe reducirse a un evento folclórico o una reunión de idealistas. No, también digo esto como un alimento para el pensamiento y la verificación por ustedes mismos. Podemos preguntarnos, después de treinta años: ¿nuestra experiencia ha podido, y en qué medida, afectar el nivel de opciones políticas, dialogando con las instituciones y la sociedad civil? Me parece importante hacernos esta pregunta.
Queridos amigos, sobre todo agradezco con vosotros al Señor por el camino que les ha dado a cumplr en los últimos años a través de la experiencia del Festival. Deseo que sigan adelante con un espíritu siempre renovado. Os propongo que tomeis como modelo a Abraham, a quien Dios llamó a dejar todo y que fue migrante durante toda su vida. Abraham es un "padre" que como cristianos compartimos con judíos y musulmanes, pero es una figura en la que pueden reconocerse todos los hombres y mujeres que conciben la vida como un viaje en busca de la tierra prometida, una tierra de libertad y paz, donde convivir como hermanos.
Gracias por vuestra visita. El Señor los bendiga y Nuestra Señora los proteja. Y por favor, no olvideis orar por mí. Gracias.
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