Astana, KAZAJISTÁN (Agencia Fides, 20/11/2021) - Entre los desafíos futuros de la evangelización en Kazjistán está la necesidad de dar gradualmente menos espacio al ruso en favor de la lengua kazaja. El P. Leopold Kropfreiter SJM, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias (POM) en Kazajistán lo explica a la Agencia Fides. “En el pasado -explica- muchas comunidades rezaban en polaco debido a la fuerte presencia de deportados de esta nacionalidad. En un momento dado, se comprendió que era necesario rezar también en ruso. Hoy en día, es necesaria una nueva revolución lingüística para la Iglesia en Kazajistán: las personas de origen ruso y polaco son cada vez menos, y si queremos hablar a los jóvenes, tendremos que hacerlo en kazajo”.
El P. Leopold Kropfreiter SJM, interviniendo en el reciente seminario
"La misión de evangelización en Asia Central en tiempos de Evangelii
Gaudium. Contexto, dificultades, perspectivas", ha recordado: "Cuando me
nombraron director de las Obras Misionales Pontificias de Kazajistán en
2016, no estaba seguro de cuál sería mi función: pensaba que sería
recaudar fondos para la misión. Sin embargo, no tardé en darme cuenta de
que no se trataba sólo de eso, sino que tenía que trabajar en la
reactivación del espíritu misionero: Intento hacerlo todos los días,
visitando iglesias y comunidades parroquiales, traduciendo y
distribuyendo el mensaje del Evangelio y activando diversos proyectos,
que representan un importante espacio de encuentro con quienes aún no
conocen la Iglesia. Uno de ellos, por ejemplo, ve involucrados a los
jóvenes y está destinado a apoyar a sus coetáneos en dificultades”.
El Director ilustra el trabajo de las OMP en apoyo de la misión en
Kazajistán, señalando que la primera forma de apoyo está representada
por la creación de oportunidades para que los sacerdotes, los religiosos
y las religiosas repartidos en una amplia zona geográfica como es
Kazajistán puedan reunirse y compartir experiencias. Por eso se ha
ideado una "peregrinación misionera" anual especial: "Es un momento que
nos permite compartir las experiencias que vivimos cada día.
En una de estas peregrinaciones, por ejemplo, escuché el testimonio de
un sacerdote que trabaja en un pueblo muy pequeño de mineros: en
Nochevieja, sus vecinos se dieron cuenta de que estaba solo y le
invitaron a celebrarlo con ellos. A partir de ese momento, nació una
amistad que permitió al cabeza de familia, con la ayuda del sacerdote,
superar su adicción al alcohol y mejorar su relación con el resto de la
familia. Esta historia nos ha enseñado a todos que el Evangelio puede
ser proclamado de muchas maneras y circunstancias”.
En Kazajstán hay cuatro diócesis católicas, con un total de 70
parroquias. Hay 91 sacerdotes en el país, de los cuales 61 son
diocesanos y 30 religiosos. Los católicos representan una pequeña
minoría. Según datos oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores
kazajo, de los más de 17 millones de habitantes del país, alrededor del
26% son cristianos, y el 1% de ellos son católicos.