Nairobi, KENIA (Agencia Fides 24/11/2021) – “Tenemos que revisar cómo mantener la
disciplina en nuestras escuelas a través de un esfuerzo conjunto de
corrección, tutoría, asesoramiento, así como un ministerio eficaz de
capellanía”, así lo dicen los obispos de la Conferencia Episcopal de
Kenia (KCCB) en relación con los ataques incendiarios que siguen
ocurriendo en las escuelas del país. “Los padres deberían estar más
involucrados y sensibilizados en el proceso educativo”, se lee en la
nota de la KCCB enviada a la Agencia Fides.
Los incidentes incendiarios a los que se refieren los prelados han
provocado el cierre de decenas de instituciones educativas en el país,
daños y pérdidas de bienes, así como de tiempo de enseñanza.
Según el comunicado, las posibles causas de estos desórdenes se
encuentran en la creciente indisciplina provocada por el consumo de
drogas, así como en la presión de un calendario académico excesivamente
comprimido e irregular. “Observamos que la actual congestión excesiva en
los dormitorios, las aulas y los comedores escolares ha limitado
gravemente a los estudiantes”.
En un espíritu de confraternidad, los líderes eclesiásticos piden al
Ministerio de Educación, a la Comisión de Servicios Docentes (TSC) y a
todas las partes interesadas, incluidas las iglesias que financian las
escuelas, “que celebren reuniones consultivas periódicas para abordar
los problemas que surjan”, añadiendo que el papel de los patrocinadores
incluye “los valores y la moral y la mejora de un entorno de aprendizaje
propicio”, entre otras cosas. La Iglesia católica, por su parte,
mantiene su compromiso de seguir promoviendo programas adecuados de
asesoramiento y apoyo espiritual, que se consideran esenciales para
todas las instituciones educativas. Como camino a seguir, los prelados
sugirieren que el consejo de administración, los directores y los
responsables de las escuelas estén “facultados y apoyados para tratar
los casos de indisciplina extrema”, así como “que todos hagan un
esfuerzo deliberado, conspicuo y eficaz para eliminar el acceso al
alcohol y las drogas en las escuelas”.
“Además de la falta de disciplina, tenemos que abordar los problemas del culto y la radicalización en las escuelas, así como los problemas de salud mental” dicen los obispos, lanzando un llamamiento a los alumnos y estudiantes para que presenten sus quejas de forma constructiva y sepan que se les quiere y cuida y que la educación es la clave de su futuro.
Los prelados instan a todas las partes interesadas a “escuchar a los
estudiantes y alumnos y tratar de resolver sus problemas”. Los líderes
de la Iglesia han pedido también a los keniatas que mantengan viva la fe
y la esperanza a pesar de los numerosos retos a los que se enfrenta el
país, como “las campañas políticas que comenzaron antes del plazo legal,
las malas prácticas electorales, incluido el fraude y la manipulación
de las próximas elecciones generales”.