Karachi, PAKISTÁN (Agencia Fides, 29/11/2021) - "Todos los obispos de Pakistán están con
vosotros, a vuestro lado para apoyaros en vuestro desarrollo, vuestro
crecimiento espiritual y vuestra prosperidad. Queremos que nuestros
jóvenes sean profesionales capaces, y su prosperidad es la prosperidad
de nuestro país, nuestra nación, la sociedad y la Iglesia. Trabajad duro
donde estéis, mantened viva la esperanza en medio de los desafíos que
os rodeen. La educación es la solución a muchos de los retos a los que
nos enfrentamos en nuestra vida diaria, tenemos que esforzarnos por
conseguir una educación superior, para crecer en habilidades
profesionales, para dar testimonio del Evangelio en la sociedad": así lo
dijo el Arzobispo Samson Shukardin OFM, Presidente de la Comisión
Episcopal para la Juventud en Pakistán, en su mensaje a los jóvenes
reunidos en Karachi para la ceremonia de clausura del Año de la Juventud
en Pakistán.
Cientos de jóvenes de varias parroquias de la Archidiócesis se reunieron
en Karachi del 23 al 26 de noviembre y -coincidiendo con la conclusión
del año litúrgico que acaba de terminar- participaron en la Santa Misa
celebrada para concluir el Año de la Juventud en la Catedral de San
Patricio de Karachi. El Cardenal Joseph Coutts presidió la celebración
eucarística, que fue concelebrada por el Arzobispo Christophe Zakhia
El-Kassis, Nuncio Apostólico en Pakistán, el Arzobispo Benny Travas de
Karachi, el Arzobispo Sebastian Shaw de Lahore, el Obispo Indrias Rehmat
de Faisalabad, el Obispo Khalid Rehmat de Quetta y el Obispo Samson
Shukardin OFM de Hyderabad. El Año de la Juventud había sido inaugurado
en noviembre de 2019 y fue prorrogado hasta
noviembre de 2021 debido a la pandemia de Covid-19.
Durante la reunión de cuatro días, los jóvenes hablaron de retos como el
analfabetismo, la drogadicción y la pobreza y el desempleo, la
desesperación y la debilidad de la fe. Estos retos también se prestan a
otras cuestiones, como las acusaciones en virtud de la ley de blasfemia y
la conversión forzosa de las mujeres pertenecientes a minorías
religiosas.
Para ayudar a los jóvenes a crecer en la fe para ser ciudadanos
responsables de Pakistán, los jóvenes católicos también debatieron
iniciativas pastorales, sociales y de evangelización dirigidas a sus
compañeros.
Al escuchar sus palabras, el obispo Shukardin animó a los jóvenes a
permanecer "llenos de esperanza": "La clausura del Año de la Juventud no
es el cierre de nuestras iniciativas juveniles, sino que lo veo como un
nuevo comienzo de nuevas misiones para las que nos hemos preparado bien
durante nuestra reunión de cuatro días y los programas organizados en
las diócesis durante los dos últimos años. Tenemos mucho que hacer,
hemos tomado nota de los problemas y retos que se han planteado", dijo.
"Al mismo tiempo", señaló, "tenemos que llegar a los jóvenes que están
esclavizados y trabajan en los hornos de ladrillos, y que son
analfabetos para introducirlos en la restauración de su dignidad como
hijos de Dios. Los obispos confiamos en el buen futuro de nuestros
jóvenes en Pakistán".
Exhortando a los jóvenes de todas las diócesis, el obispo Shukardin
comentó: "De la población total de nuestros jóvenes católicos, sólo un
10% asiste a la Iglesia; es nuestra responsabilidad llegar a los que se
han alejado de la Iglesia o no muestran interés por la vida de fe. Por
eso -continuó- os exhorto a enraizaros en la vida de oración, a basar
vuestra vida en la roca que es la Palabra de Dios, a formaros bien en la
fe y a ser testigos de nuestro Señor Jesucristo”.