Ciudad de México, MÉXICO (Agencia Fides, 23/11/2021) - La Iglesia de América Latina y el Caribe se ha reunido a los pies de la Virgen de Guadalupe en la solemnidad de Cristo Rey, el domingo 21 de noviembre, para la apertura de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, que se prolongará hasta el 28 de noviembre.
El Arzobispo de Trujillo, Presidente del Consejo Episcopal
Latinoamericano (CELAM), Mons. Miguel Cabrejos, ha invitado a los cerca
de 1.000 participantes en la Asamblea, entre los presentes en Ciudad de
México y los que participan virtualmente, a dar gracias a Dios por esta
nueva experiencia de vivir, sentir y participar en la Iglesia”. En su
homilía, el arzobispo de Trujillo, ha afirmado que la Asamblea Eclesial
llega después de “un largo camino recorrido juntos, escuchando a todos,
sintiendo lo hermoso que es ser miembro del Cuerpo Místico de Cristo,
protagonistas y corresponsables de la evangelización como discípulos
misioneros”. Por ello ha pedido a Dios que abra los corazones de los
participantes para dejarse guiar en espíritu de escucha, sinodalidad y
unidad eclesial, y descubrir lo que Él quiere decirnos como pueblo de
Dios en camino.
Según Mons. Cabrejos es una Asamblea histórica, “pues, en vez de haber
realizado la VI Conferencia General de los Obispos, el Papa Francisco,
propuso esta Asamblea Eclesial, integrada por representantes de todo el
Pueblo de Dios”. Estamos ante “el paso de una asamblea donde
participaban sólo Obispos, a una Asamblea plenamente Eclesial”. “Estamos
unidos en diversidad de ministerios y carismas” ha proseguido,
manifestando que esta Asamblea inaugura un nuevo organismo sinodal a
nivel continental, que sitúa la colegialidad episcopal en el seno de la
sinodalidad eclesial.
Además ha querido pedir a María de Guadalupe, patrona de América Latina,
que señale el camino que Dios desea para su Iglesia en esta región
“para asumir un proceso de conversión permanente, en comunión con el
Concilio Vaticano II y el Papa Francisco, en camino al Sínodo sobre la
Sinodalidad, y lo que signifiquen las exigencias pastorales hacia el
Jubileo del acontecimiento Guadalupano (2031) y el de la Redención
(2033)”.
El Papa Francisco ha enviado un mensaje a los participantes, en el que
ha destacado la importancia de este evento para reavivar el espíritu de
la Conferencia de Aparecida, de cara al Sínodo de 2023, para promover
una Iglesia "en salida sinodal". De manera especial, el Papa Francisco
ha pedido que la Iglesia se escuche entre sí y oiga los gritos de los
más pobres y olvidados. También ha pedido que “desborde del amor
creativo de su Espíritu, que nos impulsa a salir sin miedo al encuentro
de los demás, y que anima a la Iglesia para que, por un proceso de
conversión pastoral, sea cada vez más evangelizadora y misionera”.