Seúl, COREA DEL SUR (Agencia Fides, 26/11/2021) - Una reliquia del primer sacerdote católico de Corea, San Andrés Kim Tae-gon, ha sido donada por la Iglesia coreana y conservada en la Parroquia de San José de la Archidiócesis de Koupéla, en Burkina Faso. Según ha informado la Oficina de Comunicación de la Archidiócesis de Seúl a la Agencia Fides, la iglesia parroquial de San José en Koupéla ha sido renovada recientemente con los fondos recaudados por los fieles de la parroquia de Yeouido en la Arquidiócesis de Seúl, en un proyecto de cooperación y hermanamiento misionero.
El cardenal Andrew Yeom Soo-jung entregó el 23 de noviembre las
reliquias de San Andrés Kim al obispo Julien Kaboré, natural de la
archidiócesis de Koupéla. El obispo Job Yobi Koo, vicario episcopal de
Seúl para los misioneros de ultramar, asistió al acto expresando su
gratitud y permitiendo la traducción coreano-francesa.
El cardenal Yeom expresó su alegría por poder entregar una reliquia de
los restos de San Andrés Kim a una iglesia africana, precisamente
durante el Jubileo del 200 aniversario del nacimiento de San Andrés Kim,
que se celebra del 29 de noviembre de 2020 al 27 de noviembre de 2021.
El prelado declaró: “Estoy muy contento de tener la oportunidad de
construir una solidaridad fraternal entre la Iglesia católica de Corea y
Burkina Faso a través de San Andrés Kim. Creo que esto nos permitirá
estar más profundamente unidos en el amor de Dios”, como signo
permanente de comunión y cooperación misionera.
“Es un gran honor conservar los restos de San Andrés Kim en una catedral
de Burkina Faso. Es un signo de unidad y de comunión de los santos.
Quisiera expresar mi sincero agradecimiento al cardenal Yeom por su
atenta consideración y apoyo a Mons. Gabriel Sayaogo, arzobispo de
Koupéla”, dijo Mons. Julien Kaboré, afirmando estar “profundamente
conmovido por la historia del martirio en la Iglesia católica coreana”.
Durante su servicio en la Nunciatura Apostólica en Corea, Mons. Kaboré
tuvo la oportunidad de conocer la historia de los mártires coreanos y
vivió el año jubilar, trabajando para establecer este especial vínculo
espiritual entre la Iglesia en Corea y la Iglesia en Burkina Faso a
través del regalo de una reliquia.
Mons. Julien Kaboré concelebró la misa con el obispo Job Koo y también
se reunió con los feligreses de Yeouido para expresar en persona su
gratitud y el agradecimiento de la Iglesia local de Koupéla.