Antananarivo, MADAGASCAR (Agencia Fides 27/11/2021) – “En Madagascar, la misión de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús, (también llamados misioneros dehonianos) para la población local, muy pobre, representa un importante punto de referencia: hoy, de los primeros misioneros extranjeros, algunos han regresado al cielo, otros han vuelto a su tierra o han partido como misioneros en otros países, pero los dehonianos malgaches están creciendo. Actualmente, entre sacerdotes y laicos, nuestra comunidad cuenta con más de 70 misioneros. Todos ellos están implicados en ofrecer hospitalidad, asistencia médica, educación, pero sobre todo ayuda y esperanza”. Así lo comenta a la Agencia Fides el padre Yvon Mathieu, superior regional de los dehonianos en Madagascar, hablando del compromiso misionero en el país africano y de los retos que los religiosos afrontan a diario. “Para nosotros -continúa- es importante estar cerca de la gente. En nuestra comunidad nos esforzamos por llevar a cabo una labor de evangelización y promoción humana, tratando de educar a los jóvenes para que trabajen juntos, se ayuden mutuamente, estimulándolos a la reflexión y a la búsqueda de su propia autonomía”.
Madagascar sufre una devastadora crisis alimentaria desde hace años y se
enfrenta a la peor sequía de los últimos 40 años, intensificada por las
tormentas de arena y las invasiones de langostas: “Las familias del sur
del país están al borde de la inanición - informa el padre Yvon - y los
niños corren el riesgo de morir de hambre. Una gran parte de la
población, que antes dependía de la agricultura, se ha visto obligada a
trasladarse a las ciudades cercanas, lo que ha supuesto una presión
sobre los ya escasos recursos. Además, la continua pandemia de
coronavirus ha aumentado las restricciones, que son insoportables para
las personas que viven al día”.
“Naturalmente - explica el Superior Regional -, en este contexto, lo
último en lo que piensan los padres es en la escolarización de sus
hijos, ya que su atención se centra en las cosas más esenciales”. “Por
eso -continúa- tratamos de que los niños estudien, de educar a los
padres e, indirectamente, de orientarlos hacia actividades provechosas
de diversa índole”.
En la actualidad, además de la labor estrictamente religiosa en las
distintas parroquias situadas en la linde del bosque y en las numerosas
aldeas, los misioneros dehonianos se dedican a la formación profesional:
dirigen una escuela de carpintería, que dura tres años, y un curso de
corte y confección, al que asisten más de cien chicas.
Uno de los proyectos principales llevados a cabo por los Sacerdotes del
Sagrado Corazón de Jesús es la fundación de una universidad: “Es nuestro
mayor logro - dice el padre Mathieu -, tras años de reflexión,
contactos y reuniones, nació la idea de dar a los hijos de los más
pobres la oportunidad de acercarse a la cultura y la ciencia. En el año
2000 nació el Athénée Saint Joseph de Antsirabe, actualmente hermanado
con varios centros universitarios de todo el mundo, al que siguió en
2018 un segundo campus en Antsohihy, en el noroeste de Madagascar. Desde
hace varios años, contamos con más de 1.500 alumnos”.
Además, en la capital, Antananarivo, se ha creado un complejo escolar, desde el parvulario hasta el bachillerato, al que asisten actualmente más de 1.600 niños. En la ciudad de Fianarantsoa, se ha fundado un internado junto al seminario menor dehoniano para satisfacer la demanda de escolarización de la población local. “El pueblo - concluye el padre Yvon -, necesita que se le ayude, se le aliente, se le anime y se le apoye para que poco a poco alcance una autonomía suficiente. No nos desanimamos y nos encomendamos al Señor para llevar a cabo la misión”.
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El vídeo de la entrevista en el canal Youtube de la Agencia Fides -> https://youtu.be/tQWW_9ugCZY