Jartum, SUDÁN (Agencia Fides, 20/11/2021) – “Los tonos son cada vez más exasperados. Los militares, tras el fracaso de la hipótesis de un gobierno de unidad nacional – después del fracaso de las conversaciones con el depuesto primer ministro Abdallah Hamdock y los civiles - siguen buscando a alguien dispuesto a formar gobierno con ellos. Los funcionarios dirigen ahora su atención a los islamistas que esperan volver al poder, mientras que varios interlocutores con los que se ha contactado han declinado todas las invitaciones, porque "nadie parece querer capitanear un barco que se hunde". Así lo informa una fuente de Fides en Sudán, que pide el anonimato por razones de seguridad, casi un mes después del golpe de Estado que el 25 de octubre interrumpió la experiencia del gobierno de transición, compuesto en un 50% por representantes de la sociedad civil.
La fuente de Fide en la Iglesia local relata los trágicos
acontecimientos del 17 de noviembre, marcados por una oleada masiva de
manifestaciones populares: "La respuesta del ejército fue extremadamente
dura: según las estimaciones más fiables, hubo 15 muertos entre los
manifestantes en las 3 zonas diferentes de Jartum donde se desarrollaban
las protestas. Es un número duro que presagia tiempos oscuros. Para la
ocasión, además de todos los puentes y carreteras, se interrumpieron
todas las líneas telefónicas y de Internet durante al menos 12 horas".
La población sudanesa sigue unida manifestando su repulsa a la vuelta al
régimen militar y saliendo a la calle para apoyar al primer ministro
Abdalla Hamdok, todavía bajo arresto domiciliario desde el golpe. Piden
que se vuelva a la experiencia del gobierno de transición que, al final
de la llamada "primavera sudanesa", a principios de 2019, llevó a la
formación de un ejecutivo compuesto en su mitad por civiles. La
represión llevada a cabo por las fuerzas policiales, que también provocó
la muerte de una docena de personas el sábado 13 de noviembre, no
pareció detener a la multitud.
Los periodistas también se están viendo afectados. El 14 de noviembre,
fuerzas del ejército desalojaron por la fuerza la casa de El Musalmi El
Kabbashi, director del canal de televisión "Al Jazeera" en Jartum. Hasta
la fecha, según informa la misma cadena de televisión, no se han dado
razones para la intervención violenta. “Al Jazeera – se lee en una nota
-, condena enérgicamente la acción irresponsable del ejército y pide a
las autoridades que pongan en libertad a El Kabbashi lo antes posible y
que permitan a los periodistas desempeñar sus funciones sin obstáculos,
libres de ejercer su profesión sin miedo ni intimidación”.
"Antes de la revolución", concluye la fuente de Fides, "vivimos 30 años
en una dictadura bajo una dura ley islámica, con un programa escolar que
fomentaba el extremismo en la sociedad y enseñaba el odio; realmente
esperamos no volver al pasado".