Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 10/12/2018) - El gobierno pakistaní debe tomar medidas
urgentes para poner fin al abuso de la ley antiblasfemia. Es el
llamamiento del "Centre for Legal Aid, Assistance and Settlement"
(CLAAS), la asociación líder de un grupo de organismos y organizaciones
de la sociedad civil, entre ellos la Comisión Nacional "Justicia y Paz"
de los obispos pakistaníes. Con motivo del "Día Internacional de los
Derechos Humanos", hoy lunes 10 de diciembre, se invita al gobierno
pakistaní "a revisar la ley antiblasfemia que causa indecible
sufrimiento a las minorías religiosas y a todos los ciudadanos
pakistaníes", explica una nota enviada por CLAAS a la Agencia Fides.
El mal uso de la ley fue revelado al mundo a través del caso de Asia
Bibi, la mujer cristiana acusada de blasfemia en 2009 y sentenciada a
muerte. La mujer fue absuelta el 31 de octubre de 2018 por la Corte
Suprema y, actualmente el Gobierno pakistaní está tramitando el caso y
la solicitud de asilo en el extranjero para la mujer y su familia.
"Sabemos que Asia Bibi y su familia nunca estarán a salvo en Pakistán.
Según algunos informes, los extremistas ya la están persiguiendo. Asia
no sería la primera ni la última persona en abandonar Pakistán acusada
de blasfemia. Cientos de víctimas de falsas acusaciones de blasfemia se
han visto obligadas a huir porque el gobierno no ha garantizado la
justicia ni la seguridad", sostiene la organización. Nasir Saeed,
director de CLAAS, declara a Fides: "Muchas víctimas de falsas
acusaciones de blasfemia han estado en prisión durante años, por un
crimen que nunca han cometido. Entre ellos, los cristianos a menudo
sufren violencia y tortura. Otros están a merced de personas violentas
que pueden destruir su propiedad o matarla. La situación de las minorías
religiosas ha empeorado, ya que los políticos no quieren debatir la
cuestión en el Parlamento debido a las amenazas de los extremistas. No
hay futuro para la justicia y el estado de derecho en Pakistán si
no se modifica esta ley". "El Día Internacional de los Derechos Humanos
debe recordar a Pakistán que debe mantener sus obligaciones en materia
de derechos humanos, en virtud de los convenios internacionales, y hacer
las enmiendas necesarias a la ley antiblasfemia para evitar su uso
indebido", añade.
El activista llama a la comunidad internacional y, especialmente, a los
gobiernos de los países occidentales a que "reconsideren la ayuda
económica y los acuerdos comerciales, supeditándolos al respeto de los
derechos humanos por parte de Pakistán. Con motivo del Día Internacional
de los Derechos Humanos, la Comunidad Internacional debe enviar un mensaje claro a Pakistán: hay que respetar la vida humana", concluye Saeed.