Bangkok, TAILANDIA (Agencia Fides 22/07/2021) - El primer ministro Prayut Chan-o-cha se ha
reunido con unos 40 directores generales de importantes empresas y
negocios tailandeses para discutir las graves consecuencias sociales de
la pandemia y su impacto económico en Tailandia. Los empresarios han
pedido una ayuda económica más generosa y un plan claro para la
vacunación de Covid-19, ya que el objetivo de suministro de vacunas del
gobierno ha fracasado. Después de haber gestionado bien la pandemia del
Covid-19 en un primer momento, el reino asiático se encuentra ahora en
dificultades, mientras que la crisis de la pandemia ha inyectado nueva
energía al movimiento de protesta que lleva siendo noticia en Tailandia
desde hace más de un año: las cifras oficiales hasta el 22 de julio,
muestran que el número de casos confirmados supera los 450.000, con
3.697 víctimas, 87 más que el día anterior: una curva ascendente entre
enero y marzo, con un repunte en abril en términos de contagios y
víctimas.
La crisis provocada por la pandemia, las restricciones y los efectos sobre las capas más pobres de la población han impulsado al movimiento estudiantil a volver a las calles, y el pasado domingo, 18 de julio, la última manifestación estudiantil contra el gobierno terminó con incidentes violentos, heridos y detenciones. En las últimas semanas, varios grupos, entre los que se encuentran algunos antiguos aliados políticos del primer ministro Prayuth, han organizado protestas callejeras en las que critican al gobierno por su incapacidad para hacer frente a la rápida expansión del virus en todo el cuadrante del sudeste asiático. Además, la muerte de varios ciudadanos en las calles de Bangkok ha generado nuevas acusaciones contra el ejecutivo.
La manifestación del 18 de julio de unos mil estudiantes del grupo
estudiantil “Free Youth”, que en el pasado ha llevado a decenas de miles
de manifestantes a las calles, fue recibida por una fila de unos 1.500
policías antidisturbios, escoltados por camiones equipados con cañones
de agua. La policía utilizó cañones de agua, gases lacrimógenos y balas
de goma para dispersar a los manifestantes cuando empezaron a marchar
hacia el despacho del primer ministro Prayut, concretamente para exigir
su dimisión, debido a la mala gestión de la pandemia y a la crisis
provocada por el impacto del virus en la economía. Algunos manifestantes
atacaron a la policía y ocho agentes resultaron heridos durante los
enfrentamientos, mientras que más de una docena de jóvenes fueron
detenidos.
El movimiento “Free Youth” lleva activo casi dos años, pero en el último
año ha engrosado sus filas para incluir a ciudadanos de a pie -no sólo
estudiantes- e incluso a algunos monjes budistas. Las principales
reivindicaciones del movimiento son: la dimisión del gobierno de Prayut;
una modificación de la Constitución para hacerla más democrática; y una
mayor transparencia sobre las actividades políticas y económicas de la
familia real. Las restricciones de Covid han ayudado al gobierno a
evitar las concentraciones masivas en las calles durante meses, pero en
las últimas semanas el aumento de casos y víctimas ha hecho que la gente
vuelva a las calles de Bangkok.