Washington, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 20/07/2021) – "Mientras continúan las protestas en Cuba y
entre la diáspora en los Estados Unidos, nos gustaría expresar nuestra
solidaridad, como la de nuestros hermanos obispos en los Estados Unidos,
a nuestros hermanos en el episcopado cubano, y a todos los hombres y
mujeres de buena voluntad en Cuba. Como declararon los obispos cubanos
en su comunicado del 12 de julio, 'no se llegará a una solución
favorable por imposiciones, ni invocando el enfrentamiento, sino por la
escucha mutua, donde se busquen acuerdos comunes y se den pasos
concretos y tangibles que contribuir, con el aporte de todos los
cubanos, sin excepción, a la construcción de la Patria'”. Esta es la
declaración firmada por el arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles,
presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos
(USCCB), y por el obispo David J. Malloy de Rockford, presidente del
Comité de Justicia y Paz Internacional de Estados Unidos, USCCB, sobre
los últimos acontecimientos en Cuba.
El texto, enviado a la Agencia Fides, continúa: "En el mismo espíritu de los obispos cubanos, instamos a los Estados Unidos a buscar la paz que se deriva de la reconciliación y la armonía entre nuestros países. Durante décadas, la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, en colaboración con la Santa Sede y los obispos cubanos, pidieron un fuerte compromiso cultural y comercial entre los Estados Unidos y Cuba como un medio para ayudar a la isla a lograr una mayor prosperidad y transformación social. Rezamos para que Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, nuestra madre, velará por sus hijos en Cuba y que, juntos, nuestros países puedan crecer en la amistad, en interés de la justicia y la paz”.
Los obispos estadounidenses siempre han estado cerca al pueblo cubano,
incluso expresando su disconformidad con algunas acciones tomadas por
las autoridades estadounidenses, como el pasado mes de enero: "Como
Presidente de la Comisión para la Justicia y la Paz Internacional de la
USCCB, me gustaría expresar mi profundo desacuerdo con la decisión del
secretario Pompeo de agregar a Cuba a la lista de países patrocinadores
del terrorismo”.
La declaración de los obispos llega en un momento muy delicado para
Cuba, donde la situación sanitaria se agrava: el número de contagios por
coronavirus per cápita en Cuba es el más alto de toda América Latina.
La isla, que tiene una población de 11 millones, reportó casi cuatro mil
casos la semana pasada. Ha habido 61 muertes en las últimas 24 horas,
para un total de 288,392 diagnósticos positivos y 1,966 muertes desde
que se registraron los primeros casos de la enfermedad en marzo de 2020,
según el Ministerio de Salud Pública (Minsap). Esto es nueve veces más
alto que el promedio mundial. El aumento de contagios coincide con un
sistema de salud precario, más presionado por las protestas
antigubernamentales que estallaron recientemente en el país.
Los medios internacionales informan que el presidente de Estados Unidos,
Joe Biden, ha pedido al Departamento de Estado que revise la política
de remesas desde Estados Unidos, para asegurar que el dinero que envían
los cubanoamericanos a casa vaya directamente a sus familias, sin los
recortes dispuestos por el régimen de Estados Unidos, además de
manifestar su voluntad de trabajar con organismos internacionales para
incrementar la asistencia humanitaria a Cuba.