Addis Abeba, ETIOPÍA (Agencia Fides 26/07/2021) – “Nos entristece oír hablar de guerra,
mientras que todos quisiéramos oír hablar de paz y reconciliación”,
afirma la Conferencia Episcopal Etíope (CBCE) en un comunicado publicado
al final de su Asamblea Ordinaria, refiriéndose al conflicto en la
región de Tigray.
“El horror de la guerra no es un remedio para los males ni una solución
para la crisis. La guerra conlleva un sufrimiento indecible y el precio
que pagan los inocentes es incalculable”, dicen los obispos que lanzan
un llamamiento al diálogo. “Nunca es demasiado tarde para detener la
violencia, el único camino para avanzar, por el bien de la gente, es la
paz y la reconciliación, cumplir con las exigencias de la verdad y la
justicia, pedir y conceder el perdón, restablecer la confianza mutua,
reconocer a los demás como nuestros hermanos y hermanas, sin importar
quiénes sean y cuán profundos sean nuestros desacuerdos, y resolver
cualquier diferencia a través del diálogo y la negociación”.
Las numerosas víctimas civiles, los desplazados y el sufrimiento de la
población de la zona están al centro de la atención de la Conferencia
Episcopal. “Como pastores, no podemos dejar de sentir la angustia y el
dolor que atraviesa la gente. Nos identificamos con ellos y su angustia
es nuestra angustia”. Además los obispos agradecen “a las personas que
han trabajado incansablemente para aliviar el sufrimiento de la
población” y piden que la ayuda siga llegando para que “nadie quede
olvidado o excluido”. En particular, hacen un llamamiento urgente a las
autoridades sobre el terreno para que permitan el acceso sin
restricciones a la ayuda humanitaria. Más de 400.000 personas en Tigray
pasan hambre, mientras que unos 4 millones de personas entre los estados
de Tigray, Amhara y Afar (donde el conflicto se ha extendido
recientemente) necesitan algún tipo de ayuda alimentaria.
La asamblea, celebrada del 13 al 16 de julio en el Centro de Espiritualidad de los Padres de la Consolata en Modjo, ha reunido a los obispos de todas las diócesis, excepto a Mons. Tesfassilasie Medhin, de la Eparquía de Adigrate (Etiopía), que se encuentra en la zona de guerra de Tigray.
Los participantes han ofrecido oraciones especiales por el obispo
Medhin, que no ha podido unirse a la asamblea “desde hace un año a causa
de la guerra en Tigray y sufre junto a su pueblo” y han rezado por el
clero, los religiosos y religiosas y todos los fieles católicos
afectados por la guerra y la crisis humanitaria.