Bagdad, IRAK (Agencia Fides, 20/07/2021) – “Tenemos dos opciones: o nos unimos y
cooperamos para que nuestro país se recupere por completo, o persistimos
en perpetuar nuestras luchas, y abrimos - Dios no lo quiera - las
puertas del infierno”. El cardenal iraquí Louis Raphael Sako, patriarca
de Babilonia de los Caldeos, ha usado este tono lapidario y fuerte en el
mensaje que ha dirigido a los hermanos y hermanas islámicos con vistas
al Eid al Adha, la “Fiesta del Sacrificio” que este año las comunidades
islámicas de todo el mundo celebran el 21 de julio.
Las palabras del Patriarca son aún más elocuentes tras el atentado
terrorista perpetrado ayer, lunes 19 de julio, en un mercado popular del
barrio de Ciudad Sadr, al este de la capital iraquí, habitado
mayoritariamente por chiíes. La acción terrorista, obra de una
terrorista suicida con cinturón de explosivos, ha causado al menos 35
muertos y 60 heridos y ha sido reivindicada por la sigla yihadista del
Estado Islámico (Daesh).
El atentado del lunes 19 de julio ha sido el tercer atentado en un
mercado popular de Sadr City desde principios de 2021. En su mensaje de
felicitación y bendición dirigido a los musulmanes con motivo del Eid al
Adha, el patriarca Sako recuerda “las difíciles condiciones políticas,
de seguridad, económicas y sanitarias que presionan a las personas y
fomentan la inestabilidad social”, e invita a todos los iraquíes “a
unirse para liberar a su país de ser rehén de la corrupción y el
conflicto”. “Se trata -señala el cardenal iraquí- más de un dilema ético
que político y económico”. El patriarca también invita a todos los
iraquíes a recordar los versos del Corán que profetizan el día en que
“quien haya hecho incluso el peso de un átomo de bien lo verá, y quien
haya hecho incluso el peso de un átomo de mal lo verá”. (Sura Az
Zalzalah, 7-8).
“Nosotros - añade el Patriarca -, tenemos dos opciones: o nos unimos y cooperamos para que nuestro país se recupere por completo, o persistimos en perpetuar nuestras luchas, y así abrimos - Dios no lo quiera - las puertas del infierno”.
La fiesta del Eid al Adha conmemora la prueba de obediencia a Dios dada
por Abraham, que estuvo dispuesto a sacrificar la vida de su hijo Isaac
si esa era la voluntad de Dios. El sacrificio ritual que los clanes
familiares y las comunidades realizan durante la fiesta recuerda al
sacrificio de un carnero realizado por Abraham, después de que el Ángel
detuviera su mano para que no sacrificase a Isaac.