Tokio, JAPÓN (Agencia Fides, 27/07/2021) – “La actitud más extendida entre la población de
Japón ha sido la petición de cancelar o posponer las Olimpiadas, a causa
de la pandemia, por temor a un aumento de los contagios. La situación
que estamos viviendo no es fácil. El criterio más importante que nos
inspira hoy es el de preocuparnos y ocuparnos del prójimo, protegiendo
la salud y el bien común, con espíritu de fraternidad”. Así lo dice a la
Agencia Fides, el padre Russel Becker, OFM Misionero estadounidense en
Tokio, párroco de la “Capilla Franciscana” en la capital japonesa,
mientras se celebran los Juegos Olímpicos en el país, y la nación es
azotada por la emergencia de la pandemia. El franciscano, señalando las
dificultades que experimentan las comunidades cristianas en su labor
pastoral y social, explica que “en una línea general los organizadores
podrían haber aplazado o cancelado los Juegos para dar al país la
oportunidad de organizarlos cuando las condiciones fueran mejores que
las actuales. Los católicos de Japón comparten esta opinión: los Juegos
‘blindados’, celebrados en un clima de miedo en la sociedad, han perdido
parte de su espíritu festivo de fraternidad universal e incluso para
los católicos es ya imposible verlos y vivirlos como una oportunidad de
evangelización”.
El P. Becker señala que “las Iglesias de Japón siguen proclamando el Evangelio del amor”, incluso en medio de las limitaciones y restricciones impuestas por la pandemia. “Siempre hay esperanza, estamos llamados a anunciarla en este tiempo en el que a algunos les cuesta verla: es Cristo Jesús. Lo señalamos y animamos a la gente a ser optimista: el enfoque de la fe hoy es de cuidado y preocupación por los demás, es el mandamiento evangélico del amor que supera el propio egoísmo”. Y añade: “Somos parte del mundo, tenemos que cuidarnos unos a otros, es lo que nos enseña nuestra fe. Vivimos como personas que se preocupan por los demás con una actitud de fraternidad: acogemos a los fieles en la iglesia con un número limitado de plazas y reservas durante la misa, promovemos encuentros bíblicos y cursos prematrimoniales en línea, con el máximo cuidado. Rezamos para que un día podamos salir de la pandemia y encontrar formas evangélicas de vivir con los retos que esta pandemia nos ha planteado a todos”.
Al final del Ángelus del domingo 25 de julio, en la Plaza de San Pedro,
el Papa Francisco ha querido recordar los 32º Juegos Olímpicos que se
inauguraron en Tokio el 23 de julio. “En esta pandemia”, ha dicho, “que
los Juegos sean un signo de esperanza, un signo de hermandad universal
bajo la bandera de la sana competencia”. Añadiendo “Que Dios bendiga a
los organizadores, a los atletas y a todos los que colaboran en esta
gran fiesta del deporte”.