lunes, 26 de julio de 2021

Los religiosos de la Sociedad de Misiones Africanas lanzan un nuevo proyecto para ayudar a los niños a volver a la escuela

Niamey, NÍGER (Agencia Fides 24/07/2021) – “Estamos en contacto con las zonas rurales de la diócesis de Niamey, en particular con las dos zonas más afectadas por el terrorismo: Makalondi, en la frontera con Burkina Faso, y Dolbel, región fronteriza con Malí. Miles de niños y jóvenes que viven aquí han abandonado la escuela. Este proyecto pretende ayudarles a continuar sus estudios, garantizando un mínimo de gastos escolares y una contribución a la sanidad y a los gastos de alimentación y alojamiento”. Así lo explica a la Agencia Fides el P. Mauro Armanino, misionero de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA), hablando del nuevo proyecto escolar que los religiosos del instituto fundado por Mons. de Brésillac están llevando a cabo en colaboración con la diócesis de Niamey: “En los últimos años -dice el P. Mauro- se han cerrado centenares de escuelas por amenazas a los profesores y, en general, a la institución educativa, considerada como un vehículo ‘occidental’”.
 

El padre continúa explicando que esto, no sólo ha provocado el alejamiento de la población de las zonas consideradas de riesgo, sino que también ha empobrecido a las familias campesinas, que se han visto obligadas a abandonar sus actividades agrícolas y pastorales: se calcula que al menos tres millones de personas en Níger están en riesgo de hambruna.
 

En esta situación, los primeros perjudicados son los niños y jóvenes en edad escolar: “Muchos de ellos -dice el P. Armanino- han tenido que huir a otros lugares, y sus padres no tienen medios para garantizarles la finalización del proceso educativo”. Por ello dice, “nuestro compromiso es poco más que una gota en el océano, pero pretende ser un signo de solidaridad para devolver la esperanza a quienes simplemente quieren vivir y aprender”.
 

Según el misionero, la difícil situación del sistema escolar en Níger es también el resultado de decisiones políticas erróneas tomadas en el pasado: “En los años 80 -señala- comenzó el desmantelamiento de casi todo lo que era público”. Las inversiones en seguridad fueron en detrimento de los servicios sociales, y esto también afectó al sector de la educación. Posteriormente, el importante crecimiento demográfico, la disminución de la inversión en formación y la promoción del profesorado completaron el desastre. 


“Hoy -informa el P. Mauro- llega una señal positiva del nuevo presidente, Mohamed Bazoom, que ha dicho que la escuela estará en el centro de sus prioridades, también en referencia a la natalidad. De hecho, está prevista la construcción de al menos tres internados para niñas en Niamey”. “Cuanto más se cuide a las niñas en la escuela – concluye -, más capaces serán de ‘elegir’ el momento de su primer embarazo”.