Jerusalén, TIERRA SANTA (Agencia Fides, 28/10/2021) - Policías israelíes y agentes vestidos de
paisano irrumpieron en un edificio de Jerusalén Este gestionado por una
organización católica y bajo protección diplomática francesa,
interrumpiendo abruptamente un festival de actividades culturales. Estas
iniciativas se consideraron “ilegales” porque han sido atribuidas a la
Autoridad Nacional Palestina. El episodio, ocurrido el martes 26 de
octubre, provocó la reacción de la Asamblea de Jefes de las Iglesias
Católicas de Tierra Santa, que en un comunicado expresaron
“preocupación” por los “reiterados actos hostiles y represivos” llevados
a cabo en la Ciudad Santa por parte de las autoridades israelíes “hacia
todo lo que se considere palestino”.
La Maison d’Abraham (Beit Ibrahim, Casa de Abraham) se encuentra en
Jerusalén Este, en el barrio de Silwan, al sur de la Ciudad Vieja. La
estructura, gestionada por la asociación Secours catholique (la Cáritas
francesa), ofrece hospitalidad a los peregrinos y apoya iniciativas a
favor de las familias palestinas que residen en la zona. La Casa de
Abraham sigue gozando de un estatus particular de protección por parte
de las instituciones francesas, como también ocurre con la iglesia de
Santa Ana, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
El festival cultural de tres días comenzó el martes 26 de octubre
organizado por el Teatro Nacional Palestino Hakawati, el Conservatorio
Nacional Edward Saïd y el Teatro Qafilah Walking. La iniciativa,
patrocinada por la ONU y organizaciones francesas y austriacas, también
incluyó talleres de teatro y música para jóvenes palestinos residentes
en la zona. El cónsul francés en Jerusalén fue inauguró la iniciativa el
martes. Según fuentes diplomáticas citadas por organismos
internacionales, policías y agentes de civil irrumpieron cuando las
actividades ya habían comenzado, interrumpiéndolas bruscamente y
mostrando a los responsables de la Maison una orden de anulación de las
actividades en curso firmada por Omer Barlev, ministro israelí de
Seguridad Pública. La orden firmada por el ministro ordenaba la
cancelación del Festival ya que fue “apoyado y financiado por la
Autoridad Palestina sin permiso por escrito”.
Reaparece así la política israelí de prevención de cualquier actividad
atribuible a la Autoridad Palestina en los barrios de Jerusalén Este,
que las fuerzas políticas palestinas reivindican como capital del Estado
de Palestina.
La Asamblea de Jefes de las Iglesias Católicas de Tierra Santa definió
como completamente “injustificada” la decisión de las autoridades
israelíes de impedir un evento de carácter “puramente cultural”, como
tantas otras actividades apoyadas por la Maison d'Abraham, siempre a
favor de convivencia pacífica entre los habitantes de la Ciudad Santa.
“En Jerusalén asistimos a la repetición de actos hostiles y represivos
por parte de las autoridades israelíes hacia todo lo que se considera
palestino, como si los palestinos no tuvieran derecho de expresión en la
Ciudad Santa; como si no fueran parte de ella y como si Jerusalén no
fuera también para ellos”. Mientras que Jerusalén debe permanecer
“igualmente abierta a todo el mundo”, como la Ciudad Santa “que acoge a
todos y no rechaza a nadie”.