Tombura-Yambio, SUDÁN DEL SUR (Agencia Fides, 29/10/2021) - "Que el suelo sagrado de Sudán no se vuelva a empapar de sangre fraterna. La ira nunca debe guiar a un pueblo, sino trabajar por la paz y la reconciliación. Exhorto al pueblo de Dios a que busque el camino de la conversión y acepte el diálogo con espíritu de verdad y honestidad", ha dicho Mons. Barani Eduardo Hiiboro Kussala, obispo de la Diócesis de Tombura-Yambio y presidente del Consejo Interreligioso para la iniciativa de paz en el Estado de Equatoria Occidental, Sudán del Sur, en su mensaje de solidaridad enviado a la Agencia Fides por los últimos acontecimientos trágicos que están afectando al pueblo sudanés.
"Os escribo esta carta para aseguraros a todos que estáis en nuestras
oraciones. Estamos a vuestro lado, rezamos y lloramos con vosotros,
deseando una resolución pacífica de esta enésima tragedia", ha declarado
dirigiéndose a obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas en relación
con los enfrentamientos armados con civiles que estallaron en Jartum y
el golpe de Estado que ha paralizado el país. "Los sudaneses son
verdaderos y fieles creyentes, tanto musulmanes como cristianos. No
debemos olvidar que la oración es un arma eficaz para el perdón y la
reconciliación. En un conflicto como éste, los creyentes deben acudir a
Dios, utilizando los recursos espirituales de que disponen. Todos los
caminos de esta manera conducen a la Paz que es Dios mismo. El Libro
Sagrado del Corán (2:190) prohíbe la guerra agresiva: "...Dios no ama a
los agresores". También nosotros, como cristianos, debemos volver
siempre a las fuentes de nuestra fe para recordar la
presencia de Dios, incluso cuando sufrimos ataques a la santidad de la
vida. El proceso de diálogo sólo puede tener éxito si todos permitimos
que Dios entre en nuestras vidas y toque nuestros corazones para poder
asegurar los cambios que el país realmente necesita".
"En un pasado no muy lejano, ya se perdieron muchas vidas debido a una violencia similar a la actual. Insto a todo el mundo a rezar y ayunar por la reconciliación mientras la nación está sumida en la desesperación a causa del golpe. Es un tiempo de oración, ayuno y conversión. Nos sumamos a las muchas voces que han pedido a los militares que se abstengan de utilizar la violencia contra los inocentes”. El desarraigo forzoso está agravando una situación humanitaria ya precaria tras la pandemia de COVID-19, dejando a muchas personas en situación de necesidad urgente de productos básicos.
"Todos en la Diócesis de Tombura-Yambio, compartimos vuestro dolor. Los
miembros del Consejo Interreligioso para la Iniciativa de Paz del Estado
de Ecuatoria Occidental no dejarán de dedicarse a dar a conocer el
deseo de Dios de que todos en Sudán compartan una vida caracterizada por
la justicia y la paz. Sudán del Sur os quiere a todos", concluye el
obispo Hiiboro.