Cox's Bazar, BANGLADESH (Agencia Fides, 25/10/2021) – “Tenemos el corazón abierto para brindar
nuestro apoyo a todas las personas que lo necesiten en este mundo”,
aseguró el cardenal Patrick D'Rozario después de haber visitado en los
últimos días el campo de refugiados más grande del mundo en Cox's Bazar,
donde viven un millón cien mil personas de la etnia rohingya. En un
mensaje de vídeo difundido para la ocasión y enviado a la Agencia Fides,
el cardenal relató su experiencia con estas palabras: “Estamos junto a
ellos. Pedimos solidaridad a los pueblos de otras naciones. Cuando vine
aquí por primera vez, todo el mundo estaba profundamente entristecido.
Ahora veo campamentos bien organizados en los que viven de forma más
humana”.
El cardenal aseguró que “los rohingya son capaces de satisfacer algunas
necesidades básicas de su vida y tienen refugios dignos. Es un paso
adelante. Hablo sobre la labor de Cáritas. La dedicación, la asistencia y
la buena planificación de las ayudas reflejan realmente un rostro
humano para estas personas”.
Por supuesto, la esperanza es que los rohingya puedan regresar a su
tierra natal a Myanmar: “Pero esta no es simplemente una decisión
bilateral entre Myanmar y Bangladesh. La Comunidad Internacional ha de
comprometerse y participar en este proceso. Si los refugiados tienen
asegurados sus derechos humanos, la ciudadanía y la seguridad, no
estarán dispuestos a volver. No podemos obligarlos a volver porque sería
inhumano. Estas personas deben ser bien acogidas y protegidas y deben
estar acompañadas en su desarrollo y promoción humana. La situación es
muy difícil”.
El cardenal recordó la preocupación del Papa Francisco por los rohingya:
“El Santo Padre habla de los rohingya, los recuerda y reza por ellos.
Conserva hermosos recuerdos en su corazón”. En 2017 el Papa Francisco se
reunió con algunos refugiados rohingya durante su visita a Dhaka.
Después de la visita del cardenal, Immanual Chayan Biswas, jefe de
operaciones del Programa de Respuesta a Emergencias en Cáritas
Bangladesh, explica a Fides: “En tres años de trabajo hemos puesto en
marcha un programa de acogida por el que hemos podido hacer que los
refugiados pasaran de alojamientos temporales a otros más estables. Con
nuestra acción tratamos de ofrecer una solidaridad concreta y dar
esperanza. En 2017, la mayoría de las mujeres y niños rohingya llegaron
aquí con un fuerte trauma psicológico y, en tres años, gracias a nuestro
programa de apoyo psicológico y social, muchas mujeres y muchos niños
han comenzado a regresar a la vida normal”.
Cáritas Bangladesh opera en Cox's Bazar junto con ACNUR, la Agencia de
las Naciones Unidas para los Refugiados, a través de un centro
comunitario y 175 refugios para los residentes del campamento. Varios
programas de asistencia social promovidos por Cáritas Bangladesh están
ayudando a los refugiados rohingya en su promoción humana y a fomentar
condiciones de vida dignas.