CIUDAD DEL VATICANO (Agencia Fides, 28/10/2021) – “En esta universidad las diversas
disciplinas trabajarán juntas en busca de la verdad y el bien común. En
esta universidad nunca se ignorarán los gritos de los pobres. En esta
universidad las Iglesias locales aprenderán caminos de comunión como una
Iglesia universal. Aquí todos respirarán el aire de la libertad de los
hijos de Dios, deseosos de anunciar sus maravillosas obras. Aquí se
formarán mentes y corazones para ser testigos gozosos del Evangelio
hasta los confines de la tierra. En esta Universidad caminaremos juntos
con Dios, con toda la familia humana y con toda la creación. Abrámonos a
un nuevo año de misión”. Son palabras del cardenal Luis Antonio Tagle,
Gran Canciller de la Pontificia Universidad Urbaniana, durante la
Inauguración, el 27 de octubre, del curso académico 2021-22 de la
universidad dependiente de la Congregación para la Evangelización de los
Pueblos. El cardenal Prefecto de Propaganda Fide
presidió la solemne concelebración eucarística “De Spiritu Sancto” en la
Capilla del Pontificio Colegio Urbano, y posteriormente, inauguró el
Acto Académico en el Aula Magna de la Universidad.
El cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos,
fue el encargado de inaugurar con su discurso el año académico. En su
intervención titulada “Una Iglesia constitutivamente sinodal y
misionera”, el Cardenal Grech aseguró: “Misión y sinodalidad son las dos
caras de la misma moneda, la Iglesia. Si la Iglesia quiere cumplir su
deber de comunicar el Evangelio, no puede dejar de ser una Iglesia
sinodal. ¡Ni el espíritu misionero ni la sinodalidad son elecciones
opcionales! Pero la sinodalidad no se puede improvisar. Debemos formar y
practicar las virtudes sinodales incluso durante nuestra experiencia
universitaria que ahora se da aquí”.
“Después del Concilio Vaticano II, el magisterio y la teología han
profundizado mucho en la naturaleza misionera de la Iglesia. Tanto el
magisterio como la teología, cada una desde su lugar, han llevado a cabo
el esfuerzo de pasar de “las misiones” a “la misión”. Si el plural
indicaba la convicción de que la missio ad gentes es una de las muchas
actividades de la Iglesia, que debe llevarse a cabo únicamente en favor
de los pueblos aún no evangelizados (los que viven en las llamadas
'tierras de misión'), el singular sugiere que en la misión está, en
cierto modo, el otro nombre de la Iglesia, porque existe, - siempre y en
todas partes -, para evangelizar, de modo que toda actividad, si quiere
ser auténticamente eclesial, tiene que ser radicalmente misionera”,
continuó el cardenal.
“En cuanto a la idea de que la Iglesia es constitutivamente sinodal, no
se encuentra en los documentos del Vaticano II, o más exactamente no se
encuentra expressis verbis. ‘Sinodalidad’ es, además, un neologismo,
acuñado a partir de la palabra antigua synodus y apareció en el mundo
francófono solo alrededor de la década de 1980. En el Concilio no está
el término, pero sí el concepto. La sinodalidad, dijo citando un
documento reciente de la Comisión Teológica Internacional, expresa ser
sujeto de toda la Iglesia y de todos en la Iglesia. Los creyentes son
'synodoi', compañeros de camino, llamados a ser sujetos activos como
partícipes del único sacerdocio de Cristo y receptores de los diversos
carismas otorgados por el Espíritu Santo con miras al bien común. No hay
duda de que tal idea está en la base de la eclesiología conciliar,
constituyendo, por así decirlo, su arquitrabe”, destacó el purpurado.
El cardenal Grech destacó que el Sínodo recién inaugurado tiene el
título “Por una Iglesia sinodal”, y como subtítulo, “Comunión,
participación y misión”. “La palabra 'misión' aparece en el último lugar
de la lista, no porque sea la menos importante, sino porque empuja ad
extra, estimulándonos a comprender cómo una Iglesia más sinodal es al
mismo tiempo una Iglesia más en salida, que es una iglesia más
misionera”, concluyó.
El rector de la Universidad Urbaniana, el padre Leonardo Sileo, hablando
del año transcurrido entre las dificultades provocadas por la pandemia,
recordó que “los sacrificios que tuvimos que afrontar nos han hecho aún
más familia. Aunque en la distancia, nos une esa pasión que germina en
la grandeza del alma de mujeres y hombres que creen en la misión
evangelizadora de la Iglesia en el mundo”.
En el amplio panorama ofrecido sobre la vida de la Universidad
Urbaniana, el Rector explicó que el número total de estudiantes
matriculados fue de 1.272, mientras que las titulaciones académicas
otorgadas fueron 87 de Bachillerato, 98 de Licenciatura y 27 de
Doctorado. Al final del año académico 2020-2021, 105 Institutos se
agregaron, afiliaron o conectaron a las Facultades de la Universidad
Urbaniana: 71 en África, 27 en Asia, 3 en América, 2 en Australia
Oceanía y 2 en Europa. Estudiantes de más de 18.000 asistieron a los
institutos o seminarios afiliados.
Entre las diversas y numerosas actividades culturales promovidas por la
Universidad, el padre Sileo destacó que el Centro de Estudios Chinos ha
continuado con las actividades de catalogación de los documentos chinos
presentes en la Biblioteca, concentrándose en la labor de redacción del
Catálogo de documentos chinos presentes en el Archivo Histórico de
Propaganda Fide (1622-1830). La publicación de los trabajos está
prevista para 2022.