Koting, INDONESIA (Agencia Fides, 26/10/2021) - El 24 de octubre de 2021, el mismo día en que
la Iglesia celebró la Jornada Mundial de las Misiones, las religiosas de
la Santa Faz presentes en Koting, Indonesia, celebraron sus 30 años de
presencia en la tierra de la misión.
Sor Aloisia dal Bo, una misionera pionera en esa tierra, habla de esta
jornada a la Agencia Fides: “El nuestro fue un himno de acción de
gracias al Señor por las grandes obras que realizó. El amor fiel de Dios
acompañó cada uno de nuestros pasos para anunciar el Evangelio y llevar
la Santa Faz a todos los rincones de la tierra, especialmente a los
lugares más pobres y abandonados, según el carisma de nuestra Madre
Fundadora, la Beata María Pia Mastena. Hemos respondido al desafío del
Evangelio de ir, llamar e invitar a los hermanos a la invitación de Dios
a conocer su Palabra para vivir un gozo sin fin”.
“La celebración de la acción de gracias estuvo precedida de momentos de
reflexión, profundización, relectura de vivencias y acontecimientos
partiendo del Carisma y la Espiritualidad poniendo en el centro de todo
el Rostro de Jesús presente en los hermanos pobres, abandonados y
marginados. Un Rostro sufriente que continuamente nos llama y nos invita
a la reparación. Rostro de un Dios sufriente que hemos buscado y
encontrado en nuestro prójimo. Rostro que ha sonreído a través de
nuestra sencilla presencia y nuestra capacidad de escuchar, de la
solidaridad, de compartir, con nuestras obras educativas, religiosas y
humanas”.
“El acto central de la jornada fue la Eucaristía presidida por el obispo
de Maumere, monseñor Edwaldus Martinus Sedu, quien en su homilía nos
invitó a seguir sirviendo fielmente al Señor, a buscar su Rostro y a
repararlo sin cansarnos porque hemos sido llamados y enviados para
esto”.
Sor Aloisia repasó brevemente la historia de la presencia de las
religiosas en esta tierra de misión, la alegría y los temores que
acompañaban su trabajo, invitando a las hermanas a “ser siempre felices
en el Señor, sufrir, pero nunca hacer sufrir a las personas”, como les
enseñó la Madre Fundadora.