Ciudad Ho Chi Minh, VIETNAM (Agencia Fides, 26/10/2021) – “Incluso en tiempos difíciles, la
Iglesia de Vietnam ha incrementado las actividades misioneras y
caritativas, como signo de solidaridad con los pobres”. Así se
expresaron los obispos de Vietnam reunidos en asamblea en los últimos
días, sobre la vitalidad de las comunidades católicas que, a pesar de
las dificultades para desarrollar actividades pastorales debido a la
pandemia, han experimentado un fuerte impulso misionero en todo el país.
“Todos hemos notado las dificultades y desafíos pastorales de los
últimos tiempos, causados por las limitaciones en las actividades
comunitarias. Sin embargo, en este período, Dios ha dado a su pueblo en
Vietnam oportunidades preciosas para interactuar con sus hermanos y
hermanas en diferentes circunstancias, especialmente en el campo de la
caridad”. Así, la Conferencia Episcopal de Vietnam ha promovido un
programa caritativo especial titulado “Querido Saigón”. El programa
comprende el cuidado de los pacientes de Covid en las zonas de
confinamiento y en los hospitales de campaña ayudando al personal en
primera línea y el reparto de alimentos y medicinas a los más pobres y
vulnerables.
Los obispos elogiaron “el testimonio vivo de la caridad del pueblo de
Dios” y, como propuesta de fe y evangelización, escribieron una carta
pastoral titulada “Vivir la fe durante la pandemia”. En el texto,
enviado a la Agencia Fides, se señala que “junto con el sufrimiento
físico y psicológico, la pandemia también ha dejado un impacto negativo
en la vida de fe”, ya que ha imposibilitado la participación directa de
los fieles en las celebraciones litúrgicas. “Desde el punto de vista de
la fe, los invitamos a vivir este tiempo especial como un tiempo de
Cuaresma, en el que seguir los tres ministerios fundamentales: rezar,
ayunar y hacer obras de caridad”, escriben.
Los obispos señalan que “lo primero que hay que hacer es rezar”. “Los
miembros de la familia pueden reunirse y celebrar la oración de forma
regular como el rezo del Rosario, para que todos puedan estar
estrechamente unidos entre sí en el Señor y juntos puedan superar las
dificultades del momento presente. Como decía san Pablo, que vuestra
esperanza os haga gozosos, que tengáis paciencia en las tribulaciones y
que recéis en todo momento”, indica el texto.
Además, ante las restricciones, las penurias económicas y la escasez,
“se puede aprovechar la oportunidad para ayunar en comunión con el
sufrimiento de Jesús en la Cruz, orando por nuestros hermanos y hermanas
que luchan contra una enfermedad”, escriben los prelados.
En cuanto a la caridad, los obispos animan a los jóvenes a “participar
activamente en actividades caritativas que ayuden a abrir su corazón a
los demás y a vivir como discípulos de Jesús”. Las "buenas obras
“realizadas por los creyentes católicos en todo Vietnam durante la
pandemia, han dejado una muy buena impresión en la gente y las
autoridades”, señala la carta.
Por último, el texto exhorta a los párrocos a ser “verdaderos Pastores
que conozcan y se ocupen de las inquietudes, esperanzas, dificultades y
pruebas vividas de las personas a ellos confiadas”, para acompañarlas y
apoyarlas. También invita a sacerdotes, religiosos y laicos a “vivir la
fe y anunciar el Evangelio con entusiasmo y creatividad”.