Bagdad, IRAK (Agencia Fides, 21/10/2021) - Pocos días después de las elecciones
parlamentarias iraquíes celebradas el domingo 10 de octubre, vuelve a
dejar ver su rostro la polémica postelectoral, esta vez en torno a la
distribución de los cinco escaños parlamentarios reservados por el
sistema electoral a los candidatos cristianos. Las objeciones más
explícitas a los resultados de la cuota de escaños garantizados a los
políticos pertenecientes a las comunidades cristianas locales han sido
expresadas por el ex diputado cristiano Yussef Juseph Sliwa, que ha
llegado a declarar en una entrevista difundida por la cadena kurda Rudaw
que los cinco nuevos diputados que han obtenido los escaños de esta
cuota no representan realmente a los cristianos iraquíes, dado que,
según él, el 90% de los votos emitidos a su favor no procedían de
votantes cristianos. La acusación, que también surgió en las elecciones
parlamentarias iraquíes de 2018, implica a los principales grupos
políticos
chiíes y kurdos, que supuestamente, desviaron parte de sus votos a los
candidatos que se presentaban a los escaños cristianos, para colocar en
esos escaños a diputados totalmente alineados con sus estrategias
políticas. En su entrevista, Sliwa ha reiterado que los políticos
pertenecientes a las comunidades cristianas locales -sirios, caldeos y
asirios- no deben involucrarse en los conflictos entre los partidos
chiíes y los partidos kurdos y los grupos políticos kurdos. Evan Faeq
Yakoub Jabro, ex ministro de Refugiados y Migración en el gobierno
saliente dirigido por Mustafa al Kadhimi, que ha sido elegido para el
nuevo Parlamento con casi 11.000 preferencias en las filas del
"Movimiento Babilonia", después de haber competido para ocupar el escaño
reservado a los candidatos cristianos en la ciudad de Bagdad, ha
respondido a las acusaciones de Sliwa a renglón seguido. En una
entrevista publicada por la red de medios de comunicación Rudaw, el ex
ministro ha
defendido la transparencia del proceso electoral, destacando que en el
reparto de los escaños reservados a los cristianos se ha producido una
elocuente afirmación de candidatas (dos de cinco), señal de que "nuestra
sociedad ha empezado a dar pasos hacia una cierta apertura
intelectual". Evan Jabro también ha desestimado las acusaciones de
manipulación electoral formuladas por Sliwa y los políticos cristianos
como una reacción comprensible de los grupos políticos que han perdido
las elecciones.
El “Movimiento Babilonia”, como ya informó la Agencia Fides ha obtenido 4 de los cinco escaños reservados a los
candidatos cristianos por el sistema electoral nacional. El quinto
escaño, asignado en el distrito de Erbil, ha sido asignado al candidato
independiente Farouk Hanna Atto.
El Movimiento Babilonia nació como la proyección política de las
llamadas "Brigadas Babilonia", una milicia armada formada en el contexto
de las operaciones militares contra los yihadistas del Estado Islámico
(Daesh) que llevaron a la reconquista de las zonas del norte de Irak que
habían caído en manos de los yihadistas en 2014 Dirigidas por Ryan al
Kildani (Ryan "el caldeo"), las "Brigadas de Babilonia" siempre habían
afirmado ser una milicia compuesta por cristianos, aunque estaba
documentada su conexión con milicias chiíes proiraníes como las Unidades
de Protección Popular (Hashd al Shaabi). Las siglas políticas del
"Movimiento Babilonia" también se consideran cercanas a la "Organización
Badr", movimiento político que, en las elecciones, se fusionó con la
Alianza Fatah, un cártel que agrupaba a las siglas y organizaciones
chiíes proiraníes que perdieron en la ronda electoral del 8 de octubre.
Los resultados de las elecciones iraquíes, además de la derrota del
bloque de Al Fatah, también han registrado el crecimiento del Partido
Sadrista, dirigido por el líder chiíta Muqtada al Sadr, que controlaba
58 escaños en el anterior parlamento y será la primera fuerza en la
nueva asamblea parlamentaria, al haber obtenido 73 de los 329 escaños
del parlamento. La coalición Al Fatah sólo ha obtenido 15 escaños,
frente a los 48 que controlaban los mismos partidos de la coalición en
el parlamento anterior, y no ha reconocido los resultados de la
votación, invitando a sus partidarios a salir a la calle.
En Bagdad, los manifestantes se han reunido cerca de la “Zona Verde”,
donde se concentran las oficinas gubernamentales y las embajadas. En los
últimos días también se han registrado protestas similares en Basora,
Kerbala y Kirkuk.
Sólo el 41% de las personas con derecho a voto han acudido a las urnas,
la cifra más baja de las seis elecciones parlamentarias celebradas en
Irak desde 2003, tras el fin del régimen de Saddam Hussein. Las
elecciones, previstas para 2022, se habían adelantado después de que las
protestas populares del otoño de 2019 mostraran un descontento
generalizado con toda la cúpula política iraquí, acusada de corrupción y
mala gestión.
Los resultados de las elecciones iraquíes han registrado una importante
afirmación de la presencia de las mujeres en el Parlamento. Han sido
elegidas 97 diputadas, mucho más que la cuota del 25% asignada por la
ley (83 de un total de 329 escaños).